El elegante Karl Lagerfeld

BLANCA RIESTRA

SOCIEDAD

15 nov 2004 . Actualizado a las 06:00 h.

A LAS nueve y media del pasado viernes una cola de individuas desaseadas, fashion victims y marchosillos de sexualidad indefinida dibujaban un interrogante frente al H&M de Gran Vía, dispuestos todos a abrirse camino entre la muchedumbre a puñetazos. Y es que quizás no se hayan enterado pero el día 12 se presentaba la colección de Karl Lagerfeld para la firma sueca. Karl Lagerfeld es un tipo con coleta que diseña para Chanel. Y H&M es la tienda de ropa más barata del mundo, después del finado Sepu. Combinación prometedora y explosiva. Abrieron las puertas y entramos cual manada, dispuestos a matar por una camisa blanca con lorcitas o una chaqueta de lentejuelas completamente inútil. Golpeé, rompí dientes y me hice con un vestido de noche tipo debutante de Wisconsin y un abrigo que no era de mi talla. A dos metros Alaska y Mario Vaquerizo compraban toda la colección para toda la familia varias veces. En casa frente a las bolsas blancas impolutas, me vino una resaca negra como la noche, y decidí devolverlo todo. Porque es que a mí ni siquiera me gusta ese Karl Lagerfeld. Diría que incluso le tengo un poco de tirria. No es sólo que tenga coletilla y gafas negras sino que lleva varios años explicando cómo ha adelgazado veinte kilos: que si bebe sólo cocacola light a todas horas y que si, cuando tiene hambre, mastica un poco de comida y luego la escupe en el plato como un cerdo.