¡Ay el arte, el arte! Muchas veces hemos hablado en esta página sobre el arte y sus extravagancias. Y no podía dejar pasar este montaje que se encuentra en el Museo de Arte Contemporáneo de Sídney. Para los aficionados al ciclismo, la escultura les retroaerá inmediatamente al Tour de 2003, cuando el ciclista vasco Joseba Beloki se cayó de la bici y perdió sus esperanzas de destronar a Amstrong , aunque estoy convencida de que la mayor parte de los visitantes de esta muestra, en las antípodas del Tour, no tienen ni la más remota idea de la historia que precedió a la imagen que a su vez impactó al artista que, por si les interesa, se llama Jan Nelson . Ahí está el pobre Beloki, en el peor momento de su carrera, inmortalizado para siempre. Lo mejor es que, según la información que han transmitido las agencias, la pieza forma parte de una exposición que pretende ahondar en la confusión y las inseguridades de la adolescencia. No sé que le parecerá todo esto a Beloki. El segundo protagonista del día es Jack Nicholson y su familia. La imagen corresponde a su entrada en uno de los desfiles de la semana de la moda de Nueva York. Aunque este detalle me lo podía haber ahorrado, porque no hay más que verlos. La elegancia andando. La verdad es que si te llamas Jack Nicholson, supongo que te puedes vestir como te dé la gana, pero ciertamente no estuvieron demasiado afortunados. Ni él ni sus acompañantes. Ya sé que muchos lectores habrían deseado ser el padre, pero ese honor ha correspondido al actor francés Vincent Cassel , que compartirá con Mónica Belluci (y más de una niñera probablemente) las tareas de sacar adelante a su primera hija. La niña se llamará Deva y, según el portavoz de la actriz, se encuentra perfectamente igual que la madre. Por si hay alguna envidiosa leyendo esto, que no se preocupe, porque la Belluci seguro que recupera su figura anterior antes de que cualquiera de nosotras consiga quitarse las calorías de una tableta de chocolate. A pesar de todo, nos alegramos mucho. La crisis permanente de los Beckham ¡Cómo iban a dejar los tabloides británicos de explotar al matrimonio Beckham! El culebrón sigue y ahora está basado en una frase que alguien dice haber escuchado de la boca de Victoria : «Me casé con un vándalo de Essex». Si lo dijo o no lo dijo es lo de menos, porque la prensa sensacionalista está haciendo fiesta con el asunto. Desde luego, aún colean las amantes que le atribuyeron al jugador la temporada pasada y parece que el argumento ahora es especular con que el tercer embarazo de Victoria no va a solucionar la crisis del matrimonio. De hecho, al futuro hijo ya le llaman Baby glue o, lo que es lo mismo, bebé pegamento. Para que vean como se las gastan. Las principales invectivas son para Victoria, a quien acusan de haberse preocupado más de su carrera musical que del éxito de su marido, permaneciendo en Londres y abandonando a su suerte al jugador del Madrid. Como si ella no tuviera derecho a preocuparse por su futuro laboral. Pero no seré yo la que defienda a Victoria, así que les dejo con el follón, del que sin duda tendremos más noticias en los próximos días. Al menos en Argentina y según una encuesta que ha hecho el periódico Clarín . ¿Ustedes se acuerdan del suyo? ¡Cómo olvidarlo! En vista de que son muy pocos los que mantuvieron aquel primer enamoramiento, será mejor que dejemos el tema, no vaya a ser que su actual pareja esté leyendo por encima el hombro y tenga todavía que dar algunas incómodas explicaciones.