Los últimos de septiembre

Tamara Montero
tamara montero SANTIAGO / LA VOZ

SELECTIVIDAD

XOAN A. SOLER

Casi 400 estudiantes comenzaron ayer en las facultades de Dereito y Económicas los exámenes de selectividad, que el próximo curso se celebrarán en el mes de julio

14 sep 2018 . Actualizado a las 00:43 h.

Para el examen de Historia, hay truco. Lo dice con una sonrisa Uxía, que ha llegado de Lalín a la Facultade de Dereito para hacer la selectividad. Hay centrar los esfuerzos o en el siglo XIX o en el XX. Ella lleva preparado el XIX. Lo explica en el descanso después de la primera prueba de esta última selectividad. Última, porque el año que viene, los que se presentan a la convocatoria extraordinaria se examinarán en junio. Así que los casi 400 estudiantes que ayer arrancaron la prueba de acceso a la universidad en Santiago son los últimos de septiembre. La mayoría de ellos se examinan en la misma facultad que Uxía, la de Dereito, donde hay matriculados 246 estudiantes. Otros 152 están convocados en Económicas. En total, durante estos tres días participarán en la última ABAU de septiembre 2.073 estudiantes de Galicia.

«Era mellor en xullo, porque xa sabías se aprobaches e entrabas» con el resto de los compañeros, admite Uxía. Esa es una de las principales razones por las que se ha tomado la decisión de que el próximo curso, los que se presenten a la convocatoria extraordinaria lo hagan en julio. Desde la entrada en vigor del Espacio Europeo de Educación Superior, las universidades adelantaron el inicio de las clases a septiembre, con lo que los alumnos que hacen las pruebas de acceso en la convocatoria extraordinaria se incorporan a las clases tarde. Uxía, por ejemplo, llegará a Enxeñaría Agraria -es lo que quiere estudiar- con casi un mes de retraso con respecto a los compañeros que aprobaron el junio.

Mientras Uxía afirma que el examen de Lengua Española -el primero- no ha sido difícil y que entre las preguntas estaba La verdad sobre el caso Savolta, de Eduardo Mendoza, Juan Manuel Nieto charla animadamente a la puerta del aula de la Facultade de Dereito en la que se examinan los alumnos a los que acompaña. Es veterano en eso de levantarse para coger un tren desde Vilagarcía a las siete de la mañana con los estudiantes del IES Armando Cotarelo Valledor, donde es profesor. «Para los que no somos de centros de Santiago esto es un hándicap, porque nuestros alumnos se tienen que levantar a las 7 de la mañana», al menos el primer día. Después, depende de la hora a la que sea el examen de las asignaturas que escogen.

El profesor trae a colación la otra cara de la moneda con el cambio en el calendario. Es cierto que permite acompasar calendarios, pero si a partir de ahora hay que hacer unos exámenes a finales de mayo y otros a finales de junio «tendrán menos tiempo para preparar esas asignaturas pendientes».

Apoyo a los alumnos

¿Por qué están allí los profesores? De apoyo, para que los alumnos tengan una cara conocida en caso de un momento de ansiedad. Y un poco también como notarios. «Somos los que damos fe, en caso de que sea necesario, de que los estudiantes inscritos en el centro son los que están presentes». No le ha pasado nunca, porque lo primero que preguntan en la estación de tren es si se han traído el carné con ellos, pero puede darse el caso de que un estudiante llegue a la puerta del examen sin el DNI. «Para no prohibirle entrar se acude al profesor».

«Era mellor en xullo, porque así xa saberías se aprobaches», dice una alumna

Hay un profesor por cada uno de los centros, que sirve de apoyo a

los estudiantes

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