Mucho libro, poca Educación

Emma Araújo A CONTRALUZ

SANTISO

14 sep 2016 . Actualizado a las 23:39 h.

Estos días buena parte de la población está en plena operación Vuelta al cole, un duro golpe que bien podría bautizarse como operación bolsillos vacíos por los desembolsos de las familias para comprar los libros de texto. Yo, que soy fruto de la generación de EGB, aún recuerdo el ya abusivo precio de algunos tochos de los años ochenta, al igual que los remiendos y socorridos encuadernados con los que customizaba los amasijos de hojas que solía heredar y que ahora me gustaría haber conservado. Lo que soy incapaz de imaginarme es la sensación que tienen las familias que abonaron más de doscientos euros por los libros de texto y que deben enviar a sus hijos, bien cargados de papel y potencial sabiduría, a un colegio de tantos afectado por los recortes de profesorado. Estos días, los padres de la treintena de niños matriculados en el colegio de Santiso han tenido que agujerear sus economías para que sus hijos tengan material a precio de oro y al mismo tiempo manifestarse para lograr profesores. Hasta puede que alguno de estos progenitores tenga algún familiar docente que engrosa las estadísticas del paro o que ha puesto los pies en polvorosa para buscarse la vida allí donde aún queda. También me cuesta visualizar al profesorado que da por hecho que deberá buscarle sentido a una clase con alumnos de tres cursos distintos cargados de libros y sueños. Puedo echar imaginación a todo esto, pero lo que ni por asomo soy capaz de calcular es el tiempo de profesor que le corresponderá a cada alumno por asignatura. Demasiado libro para tan poca Educación.