La pareja identificada por la oleada de «simpas» en la hostelería de Santiago también tiene aterrorizados a los taxistas

Xurxo Melchor
Xurxo Melchor SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

En una imagen de archivo, un taxista espera a recoger clientes en una parada de Santiago
En una imagen de archivo, un taxista espera a recoger clientes en una parada de Santiago DANIELA YANES

Dejan carreras sin pagar y hasta amenazan a los conductores con cuchillos

10 sep 2023 . Actualizado a las 23:50 h.

La hostelería de Santiago no está siendo la única víctima de la pareja identificada por la Policía Nacional como los autores de la oleada de simpas que han vivido este verano los bares y restaurantes de la ciudad. Los taxistas también están sufriendo las correrías de Z. F. F. y Á. A. L., que no se limitan a negarse a abonar las carreras, sino que no dudan en emplear la violencia y las amenazas cuando los conductores les exigen que paguen. «Van armados con cuchillos y hace dos meses pinchó los neumáticos de un coche y le rompió el parabrisas. El caso está denunciado en comisaría pero no pasó nada, siguen libres por la calle», advierte un profesional que también ha tenido problemas con el dúo.

Los taxistas alertan de que están sufriendo exactamente el mismo problema que los hosteleros compostelanos, pero con el añadido de que los episodios son más peligrosos y amenazantes, lo que está sembrando el terror entre muchos compañeros. «Hace dos semanas, en la plaza de Galicia, éramos cinco o seis taxis y como nadie lo quería llevar el tipo sacó un cuchillo y quiso pincharle el neumático al coche que estaba delante de mí. El compañero arrancó y el resto hicimos lo mismo. Estaba llena la parada y quedó sin taxis», relata este conductor.

El presidente de la Asociación Compostela de Autotaxi, Jesús García Gómez, está muy al tanto de los graves problemas de seguridad que están sufriendo sus compañeros por la agresividad que demuestra la pareja cuando llega la hora de abonar la carrera contratada. «A pesar de que se poñen as denuncias na policía, eles seguen a actuar impunemente», se lamenta el responsable de la que es la principal organización del sector en la capital gallega.

Z. F. F. y Á. A. L. ya eran conocidos entre los taxistas por dejar pufos, pero desde hace unos meses han incrementado de tal modo los simpas que ya no pagan prácticamente nunca, lo que ha hecho que todos los conductores les conozcan y huyan de ellos para evitar problemas. Sin embargo, a veces no pueden evitar que se suban a sus vehículos. «A mí ya me dejaron a deber 50 euros y el otro día iba ella sola y se subió al coche y, como estaba oscuro, no la vi bien. Me pidió que la llevara a la whiskería de Concheiros y como sé que andan armados y vi movimientos raros, al llegar me bajé del vehículo para evitar que me pegara un pinchazo desde atrás. En ese momento también bajó ella y aún por encima me dijo que no me iba a pagar y me insultó desafiante», explica un taxista. «Me decía ‘pégame, pégame, que aquí hay cámaras', fue surrealista», añade.

Al igual que los hosteleros, los taxistas aseguran estar asustados por la inseguridad que está causándoles la pareja. «Todo el mundo tiene miedo», señala un conductor. Tienen motivos. De su peligrosidad da buena cuenta el historial que arrastran. Los dos tienen antecedentes por robos y hurtos y él ha estado incluso en prisión. Recientemente fue detenido por la Policía Nacional porque le constaba una orden judicial de busca y captura, pero quedó en libertad tras declarar ante la jueza. Él fue sospechoso del incendio de un coche que era propiedad de un hombre con el que perdió una partida de cartas y la pareja también estuvo detrás de los graves problemas de convivencia que hubo en la calle Touro cuando una vecina denunció el intento de okupación de un piso.

Esta misma semana el hombre fue detenido por agredir a un policía local

Las andanzas de la pareja identificada por la oleada de simpas a la hostelería compostelana son casi diarias. Esta misma semana, el hombre fue detenido por atentado contra un policía local. Con anterioridad, una patrulla le había dado el alto en la avenida de Lugo porque le reconocieron al volante de un Volkswagen Golf y saben que no tiene carné de conducir. Él no atendió la orden y escapó. Horas después, otros agentes localizaron el vehículo, que es propiedad de una señora que dijo que se lo había dejado a Z. F. F. para que se lo aparcase. En ese momento, llegó el investigado con una actitud desafiante y agresiva que pronto traspasó los límites permisibles. Además, algún taxista asegura haber sido testigo de robos a turistas «lo que además de un problema de seguridad da muy mala imagen a la ciudad», advierte un conductor.