En este estudio de Santiago puedes crear tu propia vajilla y presumir de ella en el desayuno

SANTIAGO CIUDAD

Beatriz Seijo, en su estudio de arte de la avenida da Liberdade, donde cuenta con su propia galería y una escuela de pintura, dibujo y cerámica. La premiada artista nacida en Fene lleva 9 años dando clases en Santiago y aquí ha visto crecer a muchos niños tanto en altura como a nivel creativo. Licenciada en Bellas Artes y premio extraordinario de la EASD Pablo Picasso, afirma, por experiencia, que como mejor se aprende el oficio es a través de la formación no reglada y no en una facultad.
Beatriz Seijo, en su estudio de arte de la avenida da Liberdade, donde cuenta con su propia galería y una escuela de pintura, dibujo y cerámica. La premiada artista nacida en Fene lleva 9 años dando clases en Santiago y aquí ha visto crecer a muchos niños tanto en altura como a nivel creativo. Licenciada en Bellas Artes y premio extraordinario de la EASD Pablo Picasso, afirma, por experiencia, que como mejor se aprende el oficio es a través de la formación no reglada y no en una facultad. Sandra Alonso

Los talleres de cerámica que ofrece Beatriz Seijo se han hecho muy populares y asisten desde grupos de madres e hijas hasta de empresas y despedidas de soltera

20 oct 2022 . Actualizado a las 08:24 h.

De pequeña, Beatriz Seijo solía jugar con el Alfanova. Ya apuntaba maneras la joven de Fene, aunque su carrera artística acabó dirigiéndose más hacia el campo de la pintura. Ahora ofrece en su estudio de Santiago unos talleres de cerámica que se han hecho muy populares y en los que los asistentes diseñan y fabrican artesanalmente su propia vajilla para presumir de ella en el desayuno. Explica que la actividad lleva ya cuatro ediciones y «es de las más demandadas». Participan en la misma desde grupos de niñas con sus madres como de cumpleaños y despedidas de soltera. «Incluso —apunta—, en la pandemia, en vez de hacer cenas de empresa algunos venían aquí a crear su set de desayuno», compuesto por un plato, una taza y una cucharilla.

Es, asegura, una forma divertida de acercarse a la creación cerámica: «Son sesiones de unas tres horas y media, pero se pasan volando. Además, cuando el barro está en su punto exacto para que sea trabajado casi ni te manchas las manos durante el proceso del amasado, modelado y lijado. Luego nosotros nos encargamos de cocer las piezas en el horno, a 1.100 grados durante toda la noche, del esmaltado y del secado. Muchos salen con la boca abierta cuando vuelven a recoger sus obras y ven la transformación».

Este taller, señala Beatriz, nació de los talleres de pintura que impartía ella: «A mí me encantaba la cerámica y sentía que había una demanda que no estaba siendo atendida, pero yo no era ceramista y busqué profesores que fueran buenos profesionales. Tenemos a Alberto Lista, que es la quinta generación de una familia de alfareros de Buño y el ourensano Nahuel Pérez enseña a hacer los juegos de almuerzo». «En Santiago somos pioneros con la cerámica. Actualmente tenemos unos 300 alumnos en la escuela y la mitad están apuntados a los cursos de cerámica, sin contar con los que pueden venir de forma esporádica un fin de semana o a las clases sueltas que ofrecemos dos veces al mes. Somos de las escuelas más grandes de Galicia y tenemos alumnos regulares que vienen desde Carnota o Arousa, incluso niños a los que traen sus padres desde Lalín para aprender a pintar», destaca ella.

El rianxeiro Raúl Gil es el profesor de óleo y también cuenta con dos ayudantes, María Lapido y Elena entre el equipo docente de su centro, en Santa Marta. Las instalaciones, que incluyen una galería (con obras de la propia Beatriz Seijo), se inauguraron hace 3 años. «Llevo ya 9 años dando clases en Santiago. Antes estaba en una entreplanta en Pontepedriña y cuando llegamos a los 200 alumnos decidí que era el momento de buscar otro lugar», señala esta premiada artista a la que le enseñó el oficio José González Collado, estudió Bellas Artes en Salamanca y «después me vine aquí por amor».