Sanidade levanta restricciones en Vedra y O Pino, pero las mantiene en Santiago

Xurxo Melchor | Rosa Martínez SANTIAGO DE COMPOSTELA

SANTIAGO CIUDAD

XOAN A. SOLER

La ciudad seguirá cerrada perimetralmente pese a su evolución positiva

27 nov 2020 . Actualizado a las 21:44 h.

Santiago esperaba que la evolución positiva que en las dos últimas semanas está mostrando la ciudad respecto al número de contagios y casos de coronavirus permitiese relajar las restricciones impuestas por la pandemia, pero no ha sido así. Sanidade ha optado por mantener las limitaciones en todas las ciudades gallegas con la vista puesta en llegar a poder relajarlas justo antes de la Navidad para permitir que las fiestas se celebren de la mejor manera posible.

Los que sí han abandonado la lista de concellos con restricciones especiales, el nivel rojo, son Vedra y O Pino, en los que pasan a estar vigentes las medidas previstas para las áreas de nivel 2. Es decir, que se levantan las limitaciones a la movilidad y ya no impera el cierre perimetral que impedía entrar y salir de estos municipios salvo para moverse por la zona del área metropolitana compostelana afectada por las mismas medidas. De este modo, los vecinos de estos dos concellos dejan ahora de poder acceder a Santiago y al área de cierre conjunto que forma junto con Ames, Teo y Oroso, pero pueden moverse por el resto de Galicia excepto por los territorios que, como la capital de Galicia y las otras seis ciudades, siguen cerrados.

Tanto en Vedra como en O Pino la incidencia hasta el momento de la pandemia ha estado muy por debajo de la media gallega, lo que hace que sean los únicos municipios de la provincia de A Coruña, junto con Mugardos, en los que Sanidade relajó ayer las limitaciones.

De este modo, las restricciones que están a partir de ahora vigentes tanto en Vedra como en O Pino son las mismas que desde la semana pasada imperan en Boqueixón, Trazo y Val do Dubra. Es decir, las reuniones sociales pueden ser de no convivientes, pero de un máximo de seis personas, y la hostelería puede abrir, con limitación de aforo del 50 % en el interior y del 75 % en las terrazas, pero sigue prohibido el consumo en la barra.

En cuanto a los parques infantiles, estarán abiertos y en cines, teatros y auditorios el aforo máximo permitido es del 50 % de la sala, siempre y cuando no se superen las cien personas. En lo que respecta al deporte, pueden juntarse un máximo de seis personas para realizar actividades no federadas, mientras que los locales de apuestas pueden volver a abrir a la mitad de su aforo.

Siguen vigentes, por supuesto, las medidas generales que son comunes a toda Galicia, como el toque de queda entre las 23 y las 6 horas o las limitaciones de aforo en comercios y el transporte público.

Santiago tendrá que esperar para poder ver la ansiada reapertura de la hostelería y, como la Xunta ha decidido no tocar las limitaciones en la ciudad, siguen estando prohibidas las reuniones sociales salvo de personas que sean convivientes.

Bugallo espera que el 4 de diciembre se reabra la hostelería

Pese a que los datos del municipio están evolucionando bien y con una tendencia «moi positiva», el comité ha preferido, «por prudencia», esperar a tomar cualquier decisión para la semana, apuntó el regidor, quien sí espera que a partir del día 4 de diciembre (la fecha que inicialmente se marcó la Xunta como horizonte del cierre de la actividad hostelera por un mes y de las limitaciones de movilidad al área perimetral que conforman Santiago y los concellos con los que linda) pueda reabrir la hostelería «nas condicións que se determine».

«Estamos baixando en todos os ámbitos de forma significativa e podemos ser optimistas» en ese sentido, afirma el alcalde, quien, no obstante, y tras reconocer y agradecer el respeto general de la ciudadanía por las normas, también observa que la situación sigue requiriendo «dunha enorme responsabilidade individual e colectiva»

«Sería unha mágoa que tiráramos o enorme esforzo feito ata agora»

Para el regidor, sería «unha mágoa que tiráramos o enorme esforzo feito ata agora». Un esfuerzo que «nos permitiu reducir os casos activos un 70 por cento nun mes: baixamos de 500 a en torno a 150 casos activos; de perto de 400 contaxios en 14 días a pouco máis de cen, e seguimos baixando», dijo.

Sin dejar de apelar a la concienciación individual y colectiva con el escenario que marca la pandemia, Bugallo defiende el mantenimiento de la programación navideña (a expensas, en cualquier caso, de las medidas sanitarias oportunas en cada momento) porque la sociedad también necesita, dice, pasos que «faciliten a recuperación da ilusión e a confianza». Y sostiene que la iluminación navideña, los mercadillos navideños e incluso la pista de hielo ayudan, eso sí, programados con «absoluto respecto ás normas de seguridade»., Y contando con esa responsabilidad individual y colectiva que demanda de la población.