El propio Argibay se encargó de enfriar las especulaciones. Aseguró que acudió al acto porque, al contrario de lo que le sucede en la mayoría de este tipo de convocatorias, tenía día libre en su empresa y podía acercarse. Pero, sobre todo, por la propia importancia de un momento en el que Milladoiro ve cumplida una de sus demandas históricas. El tiempo dirá si el recorrido de esa foto acaba aquí.