Raigame se ofrece a canalizar denuncias relativas a inseguridad en el Ensanche de Santiago

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Imagen de la asamblea de Raigame a mediados de octubre para tratar sobre la creciente preocupación en el barrio por la inseguridad.
Imagen de la asamblea de Raigame a mediados de octubre para tratar sobre la creciente preocupación en el barrio por la inseguridad. Sandra Alonso

La entidad vecinal traslada a Raxoi y a la comisaria la inquietud por una situación que «cada día se descontrola máis»

05 nov 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

El Ensanche ya no aguanta más y ha decidido pasar a la acción frente a los problemas de convivencia que genera parte del ocio nocturno y las peleas que acaban alterando la noche, el descanso de los vecinos y quebrando la sensación de seguridad. La situación «empeza a ser insufrible» y ya no se trata de un problema puntual en una zona, sino que empieza a extenderse por todo el ámbito, dicen. Y los representantes vecinales no están dispuestos ni a seguir aguantando ni a que sus quejas caigan en saco roto. Y así se lo hicieron saber ayer a los responsables de la seguridad ciudadana en sendas reuniones en el Ayuntamiento (con el concejal Xan Duro) y en la Comisaría (con la comisaria, Nuria Palacios, y su jefe de Seguridad Ciudadana), reuniones en las que han pedido que actúen, pero en las que han dejado claro que harán su propio seguimiento y que llevarán sus demandas por otras vías si no ven soluciones.

Los vecinos quieren medidas contra una situación que entienden que «cada día se descontrola máis», afirma el presidente de la asociación vecinal Raigame, Xosé Manuel Durán. Con la comisaria se abordó más el problema en torno a la venta de drogas y se reclamó una mayor presencia y actividad policial en las calles para frenar los altercados derivados de la movida nocturna. En su momento se atajaron en Alfredo Brañas, recuerda Durán, quien asistió a ambas reuniones con once representantes de comunidades de vecinos, algún vecino a título individual y cuatro comerciantes, cada uno con una vivencia que contar y que, según Durán, les ha permitido exponer a las autoridades una visión global de los problemas que tienen que enfrentar a diario y evidenciar que «hai que poñer límites a iso».

Las principales demandas, sin embargo, se dirigen al Ayuntamiento. En su caso no solo reclaman presencia e iniciativa policial, sino también actuación desde el área de Urbanismo. Solo con que se apliquen las ordenanzas municipales respecto a las condiciones de aforos, ruido y horarios de los locales se solucionarían la mitad de los problemas, sostienen. Y ahí es por donde creen que debe empezar el Ayuntamiento, dicen, molestos además con las respuestas recibidas en ocasiones por la Policía Local cuando llaman cansados y agobiados por peleas en la calle, que a veces comienzan en locales de ocio, añaden. Por eso, comenzarán a grabar esas llamadas y a denunciar las situaciones que perturban su día a día, y llegarán a la vía judicial si no hay respuesta municipal.

De hecho, Raigame animó ayer a los vecinos que tengan que convivir con cualquiera de esos problemas a denunciar, y se presta a canalizar las denuncias de quienes no puedan o no quieran hacerlas por sí mismos. Y hará su seguimiento y si después de tres meses ven que no han surtido efecto, insistirán, para requerir soluciones. Y si aun así «non se actúa por parte do Concello, iremos directamente á vía contencioso-administrativa, e que respondan por inacción», afirma Durán, quien defiende que las denuncias también son un camino para que se amplíe el personal policial. «Cos poucos medios que teñen fan o que poden, pero está claro que non é suficiente, porque a percepción non é de que isto está controlado, senón todo o contrario».

Preguntan por las sanciones por ruidos

Desde Raigame se preguntan por la responsabilidad que tienen en el deterioro de la convivencia en la zona, ya sea por ruidos o por las peleas «ás súas portas», los negocios de ocio nocturno. En ambas reuniones señalaron los que acumulan más incidencias y reclaman medidas expresas contra cualquier exceso en ellos que no se ajuste a la normativa, así como la erradicación de los puntos de venta de drogas que también están alterando la convivencia no solo en esta zona, sino, exponen, en otros puntos de la ciudad: «Entendemos que debe actuarse a nivel de toda a cidade para non levar o problema a outros barrios».

Raigame, los representantes de comunidades de vecinos y comerciantes no solo expusieron su preocupación por la «percepción de inseguridade a consecuencia de repetidas agresións, roubos, ruídos descontrolados, pelexas multitudinarias e actos vandálicos», sino que presentaron una batería de preguntas por escrito (hasta 17) al Ayuntamiento sobre las inspecciones y control de aforo, horarios y ruido de los locales de ocio nocturno, así como por las sanciones por ruidos en la vía pública y el seguimiento de las denuncias de los afectados.

El edil Xan Duro indicó que comprende la preocupación vecinal, sostuvo que las fuerzas de seguridad están actuando y que la información que le fue trasladada a él y a los representantes de la Policía Local y Nacional que participaron en el encuentro en el Concello será de utilidad para el trabajo de estas. Con todo, defendió que Santiago es una ciudad segura, «como reflicten os datos».