El fiscal del Códice regresa a Santiago

Xurxo Melchor
xurxo melchor SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

PACO RODRÍGUEZ

Antonio Roma, que entre otros casos dirigió la acusación por el robo del famoso libro en la Catedral, vuelve a casa tras 6 años destinado en Madrid

03 may 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Antonio Roma Valdés es uno de los fiscales más destacados de Santiago. Entre muchos otros casos, fue el que dirigió la acusación pública contra el ladrón del Códice Calixtino, Manuel Fernández Castiñeiras, y el que logró su condena después confirmada por el Tribunal Supremo. En aquel juicio dio buena muestra de las armas con las que venció en innumerables batallas jurídicas, con un brillante alegato final tan bien lanzado que en la sala de la Audiencia Provincial compostelana quedaron pocas dudas de cuál sería el fallo del caso. Tras aquel éxito asumió otro gran caso como es el de la tragedia ferroviaria de Angrois, del que se apartó tres años después para trasladarse a Madrid. Casi seis años después, acaba de regresar a la que es su casa y ha vuelto a fijar su centro de trabajo en los juzgados de Fontiñas.

Roma es leonés de nacimiento, pero respira compostelanismo por los cuatro costados. Fan acérrimo del Obradoiro, siguió viendo al equipo siempre que pudo ya fuera en Madrid o en Santiago. Cuando hizo las maletas fue porque se le presentó la gran oportunidad de dirigir un proyecto de la Unión Europea de cooperación con los países iberoamericanos destinado a asesorarles en la creación de mecanismos eficientes de lucha contra la criminalidad organizada. «Ha sido un aprendizaje recíproco, porque nosotros no somos los maestros de nadie, pero hemos podido ayudar a muchos departamentos de justicia de estos países», señala el fiscal a modo de balance de una experiencia que califica como «buenísima».

En estos seis años, Antonio Roma ha recorrido toda Iberoamérica. De norte a sur, de México a Chile. En sus viajes, ha podido comprobar que esta región del mundo, más allá de compartir cultura e idioma, está formada por países muy diferentes entre sí y con sistemas judiciales también para nada homogéneos, aunque sí con un problema común: el narcotráfico, las mafias y la corrupción.

Del modelo español, Roma considera que sería muy útil la creación en los países iberoamericanos de instituciones judiciales similares en competencias y forma de operar a la Audiencia Nacional. Sería un modo de centralizar los casos graves ligados al narco y otras mafias que tienen más facilidad para penetrar e influir en el sistema judicial si los jueces y fiscales con los que se enfrentan son locales.

Cibercrimen

Entre las recomendaciones que el programa de la UE dirigido por el fiscal compostelano ha hecho en estos años a los países de Latinoamérica también se encuentra la creación de unidades especializadas de cibercrimen. Y entre los logros de los que se siente más satisfecho es la aprobación de un tratado internacional para la protección de las mujeres en los estados miembros de Mercosur: Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, Chile, Colombia, Ecuador, Perú, Guyana y Surinam —Venezuela está suspendida y Bolivia en proceso de adhesión—.

Más allá de cuestiones jurídicas, Antonio Roma confiesa una predilección, en lo personal, por Argentina. «Allí siempre me encuentro muy bien, es un país maravilloso en el que me encanta estar», señala el fiscal del área de Santiago. Tras casi seis años de viajes, maletas, aeropuertos y embarques, podrá ahora disfrutar de algo más tranquilidad en su regreso profesional a Santiago. Algo de sosiego hasta que tenga que lidiar con otro gran caso como el del Códice.