Protesta lógica

Cristóbal Ramírez

SANTIAGO

03 abr 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Viernes, 31 de marzo. Huelga en el transporte y enfado general. El firmante ha sido uno de los afectados ya que a las 8 de la mañana tuvo que arrancar el coche rumbo al aeropuerto de Oporto con el fin de que un familiar no perdiera un vuelo a Italia. No puede decirse que haya sido el viaje más grato de la historia porque a las 4 estaba de vuelta. Por cierto, con una lluvia torrencial madrugadora a la altura de Padrón.

Ser conductor no es un trabajo creativo, ni mucho menos. Desde luego, darle al volante día tras día en un autobús urbano haciendo un número de rutas limitadas y monótonas, y en ocasiones metidos en el infierno de los atascos ante los semáforos, tiene su mérito. Cierto: uno trabaja donde puede según su nivel de formación y donde encuentra un sitio, así que no me da pena ni uno solo de esos conductores.

Pero eso es una cosa y otra que no tengan derecho a una subida salarial digna. En momentos en que ha habido una insólita huelga contra el estado de derecho protagonizada por los letrados judiciales, que se saldó con incrementos de quinientos euros al mes (seis mil euros al año); en momentos en que los funcionarios del Estado convocan otra huelga (día 17) visto que esto es jauja; en momentos en que los jueces (¡los jueces!) anuncian «medidas de presión»; en momentos en que todos esos incrementos los vamos a pagar usted y yo con nuestros impuestos, ¿de verdad considera injusta la huelga de los conductores de autobuses cuando ven que les ofrecen una subida salarial del ¡0,8 %! (nota: el coste de la vida subió el año pasado en Galicia del 6,4%)?

Indignarse ahora porque el viernes pararon los autobuses es no entender nada. Aunque uno haya tenido que ir a Oporto.