Visto bueno al proyecto del Centro Integral de Inclusión Social de Santiago

La Voz SANTIAGO

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XOÁN A. SOLER

Invertirá 835.000 euros y concentrará la atención a personas en riesgo de exclusión

01 mar 2023 . Actualizado a las 01:30 h.

El Concello dio luz verde ayer al proyecto para la rehabilitación y conversión de un edificio municipal de 1.152 metros cuadrado de Belvís en el Centro Integral para a Inclusión Social. Se trata del que acogió el Centro de Interpretación Ambiental y que está en desuso. La intervención supondrá una inversión de 835.142 euros (IVA incluido), financiada mayormente por el programa comunitario Edusi. La iniciativa fue heredada del gobierno de Compostela Aberta (CA), aunque el ejecutivo socialista ha cambiado su enfoque.

La propuesta de Martiño Noriega estaba vinculada a la creación de un centro de día para la atención de personas sin hogar, con un albergue de acogida nocturna con 17 plazas. La actual apuesta por un centro de servicios para la atención y formación de personas en riesgo de exclusión social, según apuntó ayer el alcalde, Xosé Sánchez Bugallo (PSOE), al dar cuenta del acuerdo de la Xunta de Goberno, con lo que la intervención saldrá a licitación en breve. Bugallo espera que en mayo pueda estar adjudicada, aunque también confía en que las ofertas rebajen el plazo de obra.

El proyecto sale con un máximo de ocho meses, lo que llevaría la intervención más allá del 2023, y los fondos Edusi exigen que la inversión esté justificada este año, aunque en este caso no habría problema. En los proyectos de más de un millón de euros no hay que devolver el importe no certificado en esta anualidad. Y este proyecto lo supera, teniendo en cuenta su redacción, el control arqueológico y la dirección de obra. Con todo, «intentaremos que remate este ano», dice Bugallo.

El centro concentrará los servicios de atención a las personas con riesgo de exclusión social y tendrá tres áreas de intervención. La primera será para la acogida e intervención social, con servicios en este caso de primera atención, valoración de la situación, orientación, aproximación diagnóstica y diseño de la intervención social. Aunque no funcionará como un centro de día, este espacio de primer contacto con los usuarios contará con una pequeña zona de descanso, aseos y duchas segregados por género, zona de lavandería y sala de lactancia, además de los despachos de los trabajadores sociales, el archivo y sala de espera.

Las dependencias contarán también con un área de intervención educativa, desde la que se coordinarán los servicios sociales comunitarios y se realizarán labores socioeducativas con orientación continuada y contará con despachos, aulas para trabajo en grupos, aula de informática, zona de descanso y un pequeño comedor-cocina. La acción formativa para la búsqueda de alternativas será una función también de peso en este centro, que dispondrá de otra área con espacios comunes para trabajo en grupo.