Por otra parte, está por ver lo que pueda pasar con dos de las piezas más cotizadas del equipo, los jóvenes Roque y Pablo Durán. Más de un club ha preguntado por ambos en San Lázaro, si bien no hay una oferta en firme. Son dos de los futbolistas que ofrecieron un mejor rendimiento la pasada campaña.
Las negociaciones con Jota Peleteiro han propiciado que el mes de junio se convirtiese en un modo de espera, a expensas de que llegasen a buen puerto. No ha sido el caso y ahora está por ver si la actual directiva es capaz de pasar página y volver al punto en el que se encontraba la entidad antes de esas negociaciones. En ese supuesto, hay trabajo adelantado y margen para recuperar el tiempo perdido. De lo contrario, el club entrará en un laberinto de difícil salida. Lo que no cabe es dilatar la incertidumbre.