Tirar el coche en el Clínico

Serafín Lorenzo A PIE DE OBRA

SANTIAGO

04 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Algo se está haciendo mal en el exterior del Clínico de Santiago. Porque no es de recibo la imagen de un recinto hospitalario en el que los usuarios, que somos todos, se ven abocados a invadir la calzada ante la imposibilidad de transitar por unas aceras copadas por vehículos particulares. Hasta las propias rotondas y los espacios señalizados para el estacionamiento de ambulancias se encuentran a menudo tomados por turismos. Imaginen —si no lo han sufrido ya como pacientes o acompañantes— a una persona que se desplace en silla de ruedas, que empuje un carrito de bebé o que se mueva con ayuda de un andador. Y esta caótica situación no es nueva. Porque ha sido denunciada en infinidad de ocasiones sin que la obvia demanda de alternativas haya surtido efecto alguno. Sanidade alega que el asunto no va con ellos, que no están para construir aparcamientos, sino para dar el mejor servicio publico a los ciudadanos. El Concello sostiene por su parte que carece de competencias dentro del ámbito hospitalario. Lo cierto es que las dos administraciones tienen razón. Pero también lo es que esas lecturas que esgrimen son sesgadas, y lo mismo les permiten asumir la existencia del problema que desentenderse de la solución. Son enfoques que, además, quedan en evidencia cuando la Xunta sí incluye alternativas de aparcamiento en el proyecto de ampliación del Chuac o cuando el Concello de Lugo reordena las plazas de estacionamiento en los aledaños del Lucus Augusti para ganar capacidad. Son ejemplos de que siempre se pueden mejorar las cosas. Pero sin voluntad es imposible.