Mastuerzos

Cristóbal Ramírez

SANTIAGO

10 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Dicen que el periodismo es una profesión peligrosa. ¡Qué va! El firmante ha estado en dos guerras y en una veintena de situaciones en las cuales se le cruzó por la cabeza si saldría entero o no, pero nada más. También dicen que la de piloto de carreras es una profesión de riesgo. Y la de ATS de la uci cuando se ve obligado a atender a un iluminado que tuvo a bien no vacunarse porque en su delirio dice que el covid no existe. Pero no haga caso.

El auténtico peligro está en ir y volver cada día de Santiago a Sigüeiro, cosa que hacen muchos cientos de vecinos. Ahí sí que te quiero ver. Porque no se trata de que la enorme mayoría respete las normas al volante. Se trata de esa minoría que quizás compró el carné de conducir en una feria. Claro, para sacar el carné no se pide aprobado en urbanidad, así que adelante y bobalicón el último.

El día anterior al fin de las clases del trimestre pasado una pequeña furgoneta de reparto tuvo a bien no dejar cruzar la calle a un escolar, un crío, en la urbanización Porto Avieira. Pues la conductora se bajó y tuvo más que decir cuando el padre abrió los brazos expresivamente. Cierto, no se puede aspirar a que además de saber pisar los pedales quien maneja el volante sea inteligente, buena persona y respetuosa con un niño. Mucho pedir.

Perdone, pero, ¿qué me dice? ¿Qué los que van y vienen de Bertamiráns están en la misma situación? ¿Que los de Arzúa también? Vaya, pues parece que es mal común. Pues solo se me ocurre rogar que Tráfico empiece a multar a diestro y siniestro a esos mastuerzos. La gran mayoría de los conductores se lo agradeceremos.

¿Peligro por ir a una guerra? ¿Por pilotar un fórmula 1? ¡Venga hombre, no me tome el pelo!