En directo | Si hay bocatas, hay fiesta

Marta López CARBALLO / LA VOZ

SANTIAGO

PACO RODRÍGUEZ

07 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Para quienes nos acercamos a la treintena, bajar estos días por la rúa Galicia es algo así como un viaje al pasado, a la época dorada de la movida de Santa Comba, a esos primeros sábados con toque de recogida a las tres, a padres y madres esperando dormidos en sus coches, a esos primeros sabores (y amores)... Nadie puede cuestionar lo mucho que se han resentido algunos sectores a causa de la pandemia, pero en lo que a la movida xalleira se refiere, el coronavirus ha sido una inyección de vida a un sector que estaba al borde de la desaparición. Nuevas gerencias han tomado las riendas de locales históricos como la Cuneta —refugio de zasenses, aún en esta nueva etapa—, A Pedra o el Dunne’s Feels, nuevas generaciones prueban lo que ya otros experimentamos tiempo atrás, nuevas iniciativas tratan de recrear el fenómeno del Noitebús. Nuevas ilusiones, en definitiva, tanto para quienes añoraban la juerga como para quienes ven en la noche una oportunidad de negocio.

A las puertas de los locales, más seguridad que antaño y códigos QR para escanear y registrarse antes de pasar. El certificado de vacunación es el nuevo DNI. En la calle, grupos apuran los últimos cigarros entre charletas que a veces se alargan durante horas, incluso a expensas del frío (que en la noche xalleira, seamos francos, es peliagudo).

Y en medio del jolgorio, de las luces de neón, de la música a todo volumen y de alguno que camina ya más inclinado que la torre de Pisa, abre la verja un pequeñísimo local del que emana un delicioso aroma a hamburguesa recién hecha y a salchipapas. Pocas cosas se disfrutan tanto como ese bocata de las cinco de la mañana. Ahí, ahí está la prueba de que la movida ha vuelto. Si hay bocatas, hay fiesta.