Más de un centenar de vecinos se concentran contra los parques eólicos

Xoán Ramón Alvite Alvite
X. R. Alvite MAZARICOS / LA VOZ

SANTIAGO

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El rural gallego se siente amenazado por el aluvión de instalaciones que se pondrán en marcha en los próximos años

03 oct 2021 . Actualizado a las 05:05 h.

El rural gallego se siente amenazado por el aluvión de nuevos parques eólicos que se pretenden poner en marcha durante los próximos años. Así, al menos, quedó de manifiesto en la concentración -estaba prevista una caminata, pero el temporal de viento y lluvia obligó a suspenderla- que ayer tuvo lugar en el mirador de Paxareiras, en Carnota. Un acto con un marcado carácter reivindicativo, que congregó a un centenar y medio de asistentes.

Entre los manifestantes estaban representantes de más de una veintena de plataformas de afectados por la instalación de nuevos complejos energéticos de municipios como Ordes, A Baña, A Capela, Negreira, Santa Comba, Zas, Carballo, Tordoia o Laxe. «Non estamos en contra dos eólicos pero si da súa instalación indiscriminada. Non se pode consentir que se encha o territorio de muíños e liñas eléctricas porque iso implicará que o rural deixe de ser un lugar atractivo para vivir e traballar», explica Roberto Vilela, portavoz de la asociación Quijote, de Outes, que anunció nuevas movilizaciones durante los próximos meses -la próxima tendrá lugar el día 24 en el concello de Negreira- para llamar la atención sobre la «sobretramitación de nuevos parques eólicos».

Circunstancia que también denuncian desde Ecoloxistas en Acción, desde donde demandan un aprovechamiento racional de la energía eólica acabando con el expolio que, a su entender, se está produciendo en muchas zonas de Galicia. «Non pode ser que se prime a actividade de grandes empresas que o único que fan e aproveitarse dos nosos recursos, sen deixar ningún tipo de beneficio para os veciños que sofren as consecuencias da instalación dos muíños», apunta Nery Díaz, responsable de esta entidad en la provincia de Lugo, que denuncia que muchos de los nuevos proyectos que pretenden ponerse en marcha suponen una seria amenaza para la biodiversidad de muchas áreas, e incluso para actividades como la agroganadería o el turismo rural.