El boquete de la estación

Serafín Lorenzo A PIE DE OBRA

SANTIAGO

06 mar 2021 . Actualizado a las 12:37 h.

Santiago estrenará en unas semanas la primera intermodal de Galicia. La nueva estación de autobuses supondrá un avance muy relevante respecto a las prestaciones del vetusto edificio de Rodríguez de Viguri. Y también implicará la apertura de una espaciosa pasarela que, además de facilitar el acceso de los usuarios a la nueva terminal, funcionará como una nueva calle que sobrevuela las vías para comunicar el Ensanche con la remozada avenida de Clara Campoamor. Pero la intermodalidad que entrará en Galicia por Compostela será una infraestructura coja, que dejará en evidencia la descoordinación de un proyecto con tres partes en el que dos comenzarán a operar mientras en la tercera ni tan siquiera han arrancado las obras. Mucho peor. Porque la reforma de la estación del tren sigue siendo un enigma del que en los últimos años solo ha trascendido el compromiso inversor del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) de 3,33 millones para este ejercicio. Nada más. Así que aún habrá que esperar varios años. Y está por ver que esa revisión de la terminal del tren sea lo suficientemente ambiciosa para atender las necesidades de una infraestructura que recibirá más de 3 millones de viajeros al año. Mientras tanto, el enorme hueco que separa la pasarela y la vieja cubierta de la estación seguirá delatando el dislate de no sincronizar las obras de las tres piezas que integrarán la intermodal. Prueben a sentarse en un taburete con solo dos patas. Inevitable no acordarse de aquel proyecto de Juan Herreros que ganó el concurso de ideas y quedó aparcado. Hace diez años.