Ruido

Montse García Iglesias
Montse García AL TRASLUZ

SANTIAGO

03 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Ya está aquí. Regresó. Ya abandonamos el silencio que nos acompañó los primeros días de confinamiento. Parecen lejanas esas semanas de marzo en las que era posible escuchar el trino de los pájaros en plena ciudad, cuando se podía aparcar con facilidad en las calles compostelanas y hacer un largo trayecto sin cruzarse con un solo coche, como reflejaban esas fotos de la Romero Donallo sin circulación o del entorno de la plaza de Galicia. Pero el ruido que vuelve a acompañarnos ya no nos suena como el de antes. Da igual que la actividad poco a poco vaya regresando, este encierro nos ha marcado. El teletrabajo ya no se ve como la panacea para fomentar la conciliación. Está muy bien la tecnología para los cursos a distancia, pero vemos como nuestros hijos pequeños sufren para aprender con ese distanciamiento. Los artistas nos han deleitado con su buen hacer por la red, los museos nos permitieron acercarnos a muchas de sus piezas, pero falta la dimensión del recorrido, de disfrutar la música al pie del escenario o de ver el sudor de los actores desde las butacas. Nos dimos cuenta que no es fácil hablar con alguien a dos metros de distancia, que necesitamos la cercanía, un abrazo, y que nuestro amigo nos eche el brazo por encima del hombro cuando nos parece que ya no podemos más. Fue un aprendizaje rápido, a toda prisa..., como esas noches previas al examen final en donde no hay tiempo para tomarse un respiro y nos atiborramos de café para mantenernos despiertos. Ahora, solo falta que este aprendizaje nos sirva para algo y que no nos olvidemos pronto, como sucede con esos apuntes estudiados a última hora. Ya hemos perdido demasiado.