Nada deberá ser como antes

Ignacio Carballo González
Ignacio Carballo LA SEMANA POR DELANTE

SANTIAGO

08 dic 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Diez años después, nada debe ser como antes del estallido de la burbuja inmobiliaria. Poco queda de aquello. La mayoría de los promotores sin músculo financiero y los oportunistas y advenedizos, que eran muchos, han sido barridos. Siguen en pie los solventes y pacientes, dos cualidades que en tiempos de efervescencia y dinero aparentemente fácil no solían coincidir en una misma marca. Hoy se confirma que en Santiago impulsan las nuevas promociones postcrisis, con obra nueva de calidad, quienes ya construían con calidad antes. Son apenas media docena. Y ahora, en vivienda libre, más calidad y precios más ajustados. Ya estamos viendo realizaciones en toda la amplia fachada de Compostela desde Santa Marta hasta Castiñeiriño, y veremos muchas más en los próximos años, hasta el punto de que la panorámica de la ciudad en ese frente ofrecerá un cambio radical, en unas zonas porque las nuevas promociones enlazarán, con una imagen con seguridad brillante, el viejo y el nuevo Ensanche (área de Romero Donallo) o porque completarán barrios en desarrollo (Cornes, Volta do Castro, Restollal-Castiñeiriño, incluso Vidán). Bugallo deberá volver a arrancar el tren de la vivienda pública, que tras diez años de parálisis total está donde él mismo lo había dejado. Mirará al norte de la periferia urbana, porque ahí están las mayores bolsas de suelo programado, y será esta la principal herramienta del Concello para combatir nuevas incertidumbres, como la falta de pisos de alquiler por el factor turístico, que no se daban hace una década. Para frenar otro éxodo de población hacia municipios vecinos, donde ya está siendo este el principal caudal de crecimiento, junto al de las nuevas infraestructuras viarias (la comarca de Arzúa con la A-54) o el bum del Camino de Santiago.