PSOE y SPPME sientan las bases para desbloquear el conflicto en la policía

Xurxo Melchor
xurxo melchor SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

XOAN A. SOLER

El gobierno local acepta compensar económicamente los festivos trabajados

20 nov 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Tras un año y medio de largo y duro conflicto laboral en la Policía Local de Santiago, que ha tenido como consecuencia una merma importante en los efectivos disponibles durante el turno de noche, los fines de semana y los festivos, la luz ha comenzado a emerger al final del túnel. El Sindicato Profesional de Policías Municipales de España (SPPME) y el nuevo gobierno local del PSdeG-PSOE han acercado posturas para desbloquear la situación y lograr que los agentes dejen de negarse a hacer horas extras.

Para el SPPME es «pronto» para hablar de un principio de acuerdo, pero sí destacan «muy buena voluntad» por parte del ejecutivo municipal socialista. «No obstante, aún falta que lo que hemos hablado en las reuniones que hemos tenido se lleve a la mesa de negociación, que es donde se negocia. Es normal que después de lo que pasamos con Compostela Aberta (CA) estemos escarmentados y seamos prudentes», explican desde el sindicato de la Policía Local, mayoritario en el cuerpo.

Ese acercamiento de posturas se centra en un único punto: que el gobierno local apruebe una compensación económica «justa» para los trabajadores que tengan que prestar servicio en festivo. Desde el SPPME se hace hincapié en ese adjetivo, justo, porque aunque en el convenio colectivo se incluye una compensación por festivos, en la práctica los agentes no están percibiendo más dinero por trabajar en fines de semana o fiestas si se compara con otros cuerpos.

Los policías municipales sí lograron de CA una compensación en tiempo libre por trabajar en el turno de noche. Por ello, en el marco de las negociaciones que han mantenido con los concejales de Seguridade Cidadá, Gonzalo Muíños, y Facenda, Marta Abal, el SPPME planteó hacer lo mismo con los festivos, pero el gobierno local les manifestó que no podían debido a la grave escasez de efectivos por la que atraviesa actualmente el cuerpo local, en el que ya hay menos de 115 funcionarios debido a que no se han cubierto las jubilaciones.

Ante la imposibilidad de compensar con tiempo libre el trabajo en festivos, el SPPME acepta la oferta del ejecutivo socialista que preside Xosé Sánchez Bugallo de que se haga mediante una retribución económica que aún no se ha fijado y cuya cuantía está aún negociándose.

En los próximos días ese acercamiento de posturas debe traducirse en hechos. Es decir, que el asunto llegue a la mesa de negociación del Concello y pueda así concretarse un principio de acuerdo que haga que los policías locales dejen de negarse a hacer horas extra. De ese modo, el cuerpo podría reforzar el servicios las noches y los festivos y recuperar así tanto los controles de alcoholemia y drogas como la vigilancia de la movida nocturna, que en no pocas ocasiones se ha atendido con una sola patrulla.

Un enfrentamiento que acabó en los tribunales, que dieron la razón al sindicato 

El enfrentamiento que protagonizó el Sindicato Profesional de Policías Municipales de España (SPPME) contra el anterior gobierno local de Santiago, que presidió Martiño Noriega (Compostela Aberta), se libró en diversos campos de batalla. Desde los bajos del Pazo de Raxoi, la sede del Ayuntamiento, en los que el colectivo se reunía cada jueves o cuando se celebraban plenos para defender sus reivindicaciones tambor en mano, hasta los tribunales.

Y es que el sindicato llegó a presentar recursos contenciosos-administrativos contra la decisión de Compostela Aberta de obligarles a hacer horas extra cuando los agentes se negaron. La Justicia dio la razón a los trabajadores y dejó meridianamente claro que no podía reclutarse de forma forzosa a los agentes para cubrir servicios ordinarios.

En algunos de los casos, el juzgado en el que se dirimió el asunto, el Contencioso-Administrativo número 2 de Santiago, llegó a la conclusión de que el gobierno local había actuado correctamente porque consideró que los policías a los que se forzó a hacer horas extra prestaron servicios extraordinarios, como por ejemplo los conciertos de O Son do Camiño. Una consideración que no afectaba al meollo de la cuestión: la imposibilidad de obligar a los agentes a trabajar más de lo que marca su jornada si no hay causa mayor. Aquellas sentencias provocaron que desde enero las patrullas nocturnas y en fin de semana o festivo hayan estado bajo mínimos.