Bugallo reactiva el pulso institucional pero choca con la parálisis de Madrid

r. m. SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

PACO RODRÍGUEZ

La interinidad del Gobierno central bloquea el orbital y la reunión del Real Patronato

22 sep 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

«Preocúpanos o modelo turístico»

Cien días. El gobierno de Bugallo consume mañana ese plazo de cortesía que se concede la clase política para que los nuevos gobiernos tomen el pulso a la Administración y asomen sus prioridades de gestión antes de entrar en la confrontación directa. Cien días que le han sobrado para restablecer la normalidad en las relaciones con la totalidad de las instituciones con un peso relevante en la ciudad tras el tirante mandato de Noriega con la Xunta; y para asegurar la vuelta a la Ofrenda. Cien días que le han quedado escasos, no obstante, para aportar una propuesta a la única iniciativa a la que puso fecha en campaña: la ordenación de la parcela del Peleteiro. «Está levando máis do que prevía», pero están en ello. Encargado ya, el estudio estará antes de fin de año.

Con una prolongada experiencia de gestión política y un equipo en buena medida bregado en la administración pública, Bugallo cierra precisamente estos cien días estrenando un contexto presupuestario menos encorsetado que las cuentas prorrogadas que heredó de Compostela Aberta. PP y BNG no pusieron obstáculos a que concluyese el año con cuentas propias, pero no lo tendrá tan fácil para el 2020. Pero, incluso con la limitación presupuestaria que tuvo hasta hace dos días, defiende que «traballamos intensisimamente en todas as direccións» y con unas circunstancias de gestión en las que nunca se había visto Raxoi: con servicios esenciales sin contrato, que además requieren mejoras importantes para su prestación, y el reto de licitarlos todos prácticamente a la vez. El objetivo, hacerlo antes del cierre de año.

Aun con las complicaciones que introduce la interinidad del Gobierno central, como la licitación del orbital, el regidor defiende que en estos cien días han quedado «ben encamiñados» proyectos como la nueva terminal de tren y la formulación de los proyectos para la depuradora, cuya gestión no se ve afectada además por la situación en Madrid, porque dependen de organismos autónomos. No ha logrado, sin embargo, cerrar una fecha para reunir al Real Patronato: otra de las complicaciones de la situación política estatal.

La oposición esperaba más, aunque cada uno pone el foco con su propio prisma. El popular Sánchez Brunete reconoce la «reordenación de la cordialidad institucional». «Era de sentido común», dice sin querer darle más protagonismo del necesario al socialista, pero tampoco sin ocultar el «alivio» que supuso «la salida de CA del poder», un «mérito más de la sociedad santiaguesa que de Bugallo», en el que ve discurso pero no materialización.

Desde CA insisten en la «deriva de Bugallo á dereita», un «escoramento» en el que «o prezo a pagar» por el PSOE es «demoler parte do traballo» del gobierno anterior «desandar avances en cuestións sociais e de democratización» y el «abandono da laicidade». Y observan que el hecho de que los proyectos para Clara Campoamor y la depuradora sigan avanzando según «o modelo de CA» confirma el «electoralismo» en la crítica de Bugallo.

Y, de momento, el BNG no ve más que ambigüedad e indefinición del PSOE sobre los ejes en los que ha de sustentarse su proyecto y apatía para buscar «consensos positivos» tratándose de un gobierno en minoría. Sí le reconoce Goretti Sanmartín la prioridad que ha dado a los servicios sin contratos y el impulso en rebacheos y limpieza de maleza, pero «falta continuidade».

Mucho se ha hablado en este período del turismo y el modelo que precisa la cidad, pero no parece haber aún iniciativas. Y al BNG le preocupa el modelo «dun alcalde que só se fixa na cantidade de visitantes que chegarán no Xacobeo, e non en aproveitalo para mellorar as condicións de vida e amosar a enerxía creadora cultural local».

«O que volve é o Bugallo de sempre»

A CA le preocupa ver que «volve o Bugallo de sempre», el que gobierna «de costas á veciñanza e pensando en manter as estreitas relacións coas contratas». Y critica que con el arranque del mandato «desaparezan da axenda» cuestiones «coas que se quixo crear alarma no pasado», como el servicio de limpieza y el de comedores.

«Mantiene las políticas de CA»

El análisis de los primeros cien días de gobierno en Santiago no diferirá mucho del balance de cualquier otra ciudad del país. Los proyectos están claros, el voluntarismo de cualquier nuevo equipo no se cuestiona, pero el escollo es común para todos. Las prioridades pasan por Madrid, aunque con un Gobierno en interinidad no hay interlocutor al que presionar. Bugallo tendrá que seguir esperando.

Brunete cuestiona que el proyecto que Bugallo prometía para Clara Campoamor se haya quedado en un retoque del de CA y que vaya a mantener en pie la Casa da Xuventude. «Mantiene las políticas de Compostela Aberta» y «parece que Urbanismo sigue siendo un señorío de CA en manos de Rosón», dice el portavoz del PP.