Representantes del barrio discuten con especialistas de centros de investigación cómo visibilizar la historia y realidad, para rentabilizar socialmente su difusión
10 sep 2019 . Actualizado a las 05:00 h.Tras casi seis meses de trabajo, con numerosas reuniones y con la búsqueda de documentación sobre la historia de Vite, el Arquivo da Memoria del barrio es una realidad. Lo que comenzó como una iniciativa de Paula Ballesteros-Arias y María Masaguer, dos investigadoras del Instituto de Ciencias del Patrimonio (Incipit, del CSIC), dinamizó a un grupo motor al que se adhirieron representantes de la coordinadora del barrio, centro de salud, colegios, técnicos municipales y otras entidades e instituciones.
Ayer comenzaron a confrontar la tarea realizada con especialistas del exterior, como una docente de educación social de la Universidade da Coruña, una antropóloga de la Universidad Pablo Olavide de Seville, el Arquivo Dixital de Galicia, la Cooperativa MaOs o el proyecto de memoria emocional del barrio de San Pedro. Esta tarde, de nuevo en el centro sociocultural de Vite, celebrarán un segundo encuentro, también abierto a todas las personas que estén interesadas, para tratar de proyectar el futuro. «Agora queremos definir como pór en valor e difundir a interesante traxectoria do barrio de Vite, visibilizar a súa historia e realizacións nas últimas décadas e rendabilizar socialmente a difusión deste traballo», explica María Masaguer.
Esta investigadora, y Xesús Igrexas y Rosa Álvarez de la Coordinadora de Vite, avanzan como un propósito del grupo el de poner en marcha ese Arquivo da Memoria en el horizonte de un año. Han reunido, ordenado y sintetizado numerosos materiales, documentos y experiencias. Ahora buscarán colaboración institucional y financiación, además de un espacio físico que sea referente del archivo. Y entre las formas de rentabilizarlo valoran promover actividades educativas y un espacio intergeneracional del barrio. También abordarán cómo mantener actualizado el proyecto y cómo favorecer la participación vecinal, y que sirva además para la dinamización sociocomunitaria.
Rosa Álvarez y Xesús Igrexas insisten en que se partió de la idea de cómo Vite se transformó desde un polígono de viviendas en un barrio con identidad. Fue un proceso en el que colaboraron instituciones como la Xunta, el Concello o la USC; pero con fuerte implicación de la asociación vecinal, movimientos juveniles, asociación de mujeres, el centro de salud, asociaciones de madres y padres y centros educativos, o el plan sociocomunitario del barrio.
En Vite funcionaron con éxito proyectos como una escuela de adultos, aulas de apoyo para alumnado del barrio, fiestas ecológicas, las célebres olimpiadas deportivas, colonias veraniegas, recogida de juguetes y reparto de los mismos, cine al aire libre, un taller ocupacional, una disco-light para promocionar el ocio sano y saludable, la colaboración con alumnado universitario y con docentes que apoyaron, e incluso se editaron unos números de un periódico del barrio.
Todo eso, y más iniciativas, además de premios que recibieron o reconocimientos que también otorgaron, y nombres e historias que permanecen muy vivos, son el punto de partida de esa memoria que quieren archivar, para que sirva también para fortalecer el futuro, dicen.