Lombera repara la escultura de As Marías tras el enésimo ataque

Margarita Mosteiro Miguel
marga mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

PACO RODRÍGUEZ

Limpió el borrón de la espalda de Coralia y hoy pintará la talla

22 ago 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La historia se repite una y otra vez. La escultura de As Marías, obra de César Lombera, situada en Porta Faxeira junto a la entrada al paseo central de la Alameda, volvió a ser esta semana objeto de un acto vandálico. Ahora le ha tocado a Coralia, y más concretamente a su espalda. Sobre su abrigo de color amarillo realizaron un garabato en negro a modo de firma. La reparación de la escultura comenzó ayer mismo, de la mano de su autor, que procedió al borrado la mancha de la talla que hoy pintará.

Mercedes Rosón, alcaldesa accidental, explicó que vio la pintada el pasado martes por la tarde. «Chamei a Lombera para que restaurara os danos. Mañá (por hoy) rehabilitará a escultura», explicó. Además de retirar el borrón de la espalda de Coralia, el escultor también limpiará la mancha roja de la mano de Maruxa que otro desaprensivo ejecutó el pasado mes de marzo.

En esta ocasión, el trabajo del artista se centrará únicamente en retirar los manchones de la escultura y limpiar la figura de los efectos de las últimas lluvias. Rosón aclaró al respecto que no está previsto introducir cambios en los colores de las vestimentas de las dos hermanas compostelanas.

En intervenciones anteriores, Lombera ya modificó los colores de las ropas de Coralia y Maruxa, pero siempre recurriendo a las imágenes que se conservan de las dos hermanas, para ser fiel a su estilo. En el último cambio de la ropa, Lombera quiso hacer un guiño a la ideología republicana de ambas mujeres, y recurrió a los colores amarillo y rojo para los vestidos y el morado para el paraguas

El nuevo atentado contra la célebre escultura se suma a una larga lista de daños que vienen sufriendo las hermanas Fandiño Ricard desde que, en 1994, se colocará la obra de César Lombera como homenaje a las dos mujeres supervivientes de la represión franquista posterior a la Guerra Civil. La historia de las dos hermanas y su triste vida se relata en una placa de piedra colocada hace unos años junto a la que es una de las figuras más populares y reconocibles de Santiago. Curiosamente, esa piedra también fue pintarrajeada en otra ocasión.

Durante la pasada primavera se pintó una diana en la mano tendida de Maruxa y una de las cejas de Coralia sufrió un golpe, o una pedrada, que le hizo saltar la pintura. Estos fueron dos de los episodios menos graves, aunque el principal ataque se remonta al año 2013, cuando los vándalos pintaron de dorado las caras de las dos hermanas Fandiño Ricard. Aquel año, el Consorcio asumió los 2.000 euros que entonces costó la rehabilitación de las piezas de Lombera.