La Policía Local no es el único cuerpo de seguridad que ha visto como en la última década su plantilla caía a niveles que ponen en riesgo su operatividad. Lo mismo le sucede a los Bomberos compostelanos, pero también a la comisaría de la Policía Nacional, que cuenta actualmente con unos sesenta agentes menos de los que debería tener.
Precisamente, la intención del nuevo alcalde es también la de pelear para que la comisaría santiaguesa tenga mejores prestaciones de cara a la celebración del nuevo año santo en el 2021. En este sentido, la única petición en firme con que cuenta el Ministerio del Interior es la del Sindicato Unificado de Policía (SUP), que ha propuesto que Santiago aumente su categoría y deje de ser una comisaría local para equiparar su dotación y prestaciones con las de ciudades como A Coruña o Vigo. Una reclamación que está justificada por ser la ciudad la capital de Galicia, con lo que eso conlleva.
Además de un incremento de agentes, ascender de categoría le supondría a la comisaría compostelana poder contar con unidades de las que ahora carece, como por ejemplo los guías caninos o las UIP -los antidisturbios-, que cada verano tienen que desplazarse a Santiago, precisamente, para sumarse al dispositivo especial de verano y por las fiestas del Apóstol.