Gestión, gestión

Ignacio Carballo González
Ignacio Carballo LA SEMANA POR DELANTE

SANTIAGO

02 jun 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Al votar Bugallo, los compostelanos han votado gestión. Si tuvieran que señalar demandas prioritarias al depositar sus papeletas, la inmensa mayoría de ellas llevarían impresa la palabra gestión. Lo primero es que la ciudad funcione y que los vecinos, sean cuales sean sus necesidades, estén atendidos. Después, politiqueo y discurso. En el mandato que ahora concluye han sobrado palabras y faltado hechos. Y esto ha engrandecido a Bugallo, quien durante su larga trayectoria en Raxoi (1983-2011) se ha caracterizado no por un perfil de estadista, sino por su pragmatismo como político y como gestor. Noriega llegó en el 15 con el viento de popa de la necesidad de normalizar un Concello arrastrado por tres años de mala praxis del PP, y Bugallo vuelve en el 19 impulsado -como el mismo ha reconocido- por la urgencia de hacer, de actuar, después de un mandato de parálisis. ¿Cómo conseguirlo? ¿Con un gobierno de diez? De 1999 al 2011, presidió bipartitos PSOE-BNG de 14 y 15 concejales, y es obvio que hoy, con los servicios municipales manga por hombro y prioridades con casi todo por hacer (Plan Especial, Turismo, Promoción Económica, Movilidad, Xacobeo) las necesidades no son menores. Además, Bugallo ha comprometido concejalías específicas para el rural y el casco histórico. No salen las cuentas. Si no hay un pacto político estable que asegure concejalías gestoras, tendrá que haber, en todo caso, grandes perfiles gestores al frente de áreas clave, al tiempo que un impulso político para lograr apoyos a la medida de cada objetivo. Sin una coalición suficiente, está servido un mandato con la asistencia de gestores externos como nunca antes, por pura necesidad.