El Obradoiro prepara su visita a un rival que sobresale por la eficacia de su baloncesto
08 mar 2019 . Actualizado a las 09:33 h.El Monbus Obradoiro se desplaza este sábado al Nou Congost para medirse a las 20.30 horas a un Manresa que atraviesa un gran momento de forma y que lleva toda la temporada codeándose con los equipos de la primera mitad de la clasificación. Moncho Fernández sabe que le espera un partido de órdago a la grande por el nivel que está exhibiendo el rival esta temporada. «Visitamos una pista muy difícil y a uno de los equipos que mejor está jugando ahora en la Liga, sin ningún tipo de dudas», resumió.
El conjunto catalán arrancó con viento de cola y lleva así toda la campaña, a pesar de tener que retocar la plantilla varias veces en el trayecto. Si fuera un coche, podría decirse que transita con el motor engrasado, con una óptima puesta a punto.
Evolución y adaptación
Esa evolución, esa capacidad para reorganizarse sin alterar la esencia, no pasa inadvertida al Alquimista de Pontepedriña: «Creo que el estilo es innegociable y lo mantienen. El gran mérito es que las piezas que han venido, que son buenos jugadores, han sido capaces de adaptarse inmediatamente y el equipo tiene esa capacidad de, en función de las piezas que tiene, adaptar el global. Lo que hacen muy bien es explotar las características individuales de los jugadores. Si viene un cuatro que tira pero puede postear, le dan la doble continuidad, para abrir o ir dentro. Esto es lo que mejor hacen, combinan estructuras y cambian detalles dentro del estilo, innegociable, porque lo mantienen. Por eso les da ese éxito».
El técnico santiagués detalla algunas de las evoluciones: «Han sido capaces de cambiar a Renfroe por otro base no igual pero sí similar, Corey Fisher, con puntos, anotador, que pasa el balón, eléctrico, con buen uno contra uno. Toolson sigue desde el principio de temporada. Han incorporado dos cuatros, uno que mide 2,10 y otro de 2,08. Son gente grande y atlética. Han cambiando, pero mantienen a muchos jugadores y también el estilo».
Y en esa manera de entender el baloncesto, el Manresa puede presumir de efectividad. Es uno de los colectivos que más anota, pese a no ser de los que más posesiones juegan en cada partido. Lo explica Moncho Fernández: «Hay equipos que juegan a más posesiones. El que más, Zaragoza. Son uno de los equipos que anota más puntos por posesión, tanto en el tiro de dos como en el de tres. Sus jugadores exteriores, en el lanzamiento de dos, están cerca de 1,30 puntos por posesión. Es muchísimo. No son el equipo que juega más rápido. Pero juegan muy bien al contraataque, también en transición, tienen muchos perimetrales capaces de anotar en el pick and roll y en llegada....». Manejan varias velocidades, con buen criterio.
Solidaridad en defensa
Pero no todo es clarividencia ofensiva. Atrás el colectivo catalán también se faja: «Están tan bien clasificados porque son capaces de imponer su estilo. Son un equipo que juega. En el momento que tienen una opción de tiro, la van a tomar. Enseguida va al foco que le interesa. Llegan inmediatamente a él y desde ahí intentan generar. Al margen de todos estos halagos desde el punto de vista ofensivo, es un equipo muy honrado y muy trabajado en el aspecto defensivo, con todos ayudándose, buenos en el uno contra uno. Ahí está Lalanne, que creo que es el cuarto mejor taponador de la Liga. Son jugadores que también trabajan todos en el aspecto defensivo».
Otro de los aspectos que destaca Moncho Fernández al analizar al rival es que tiene las ideas muy claras. Cada integrante conoce su papel. Y, aunque los focos suelen centrarse en nombres propios como los de Toolson o Corey Fisher, hay otros jugadores que realizan una gran aportación: «Ahí está Lundberg, ahí está el trabajo oscuro de Pere Tomás, el trabajo que hace Lalanne cerca de los dos aros... Tienen muchas combinaciones posibles».
Todo ello se traduce en «un baloncesto muy sencillo y muy efectivo» que le está valiendo para ganarse a pulso la etiqueta de equipo revelación. Presenta un balance de doce victorias y nueve derrotas.