La historia del universo en una tabla

Susana Luaña Louzao
susana luaña SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

PACO RODRÍGUEZ

Concursos, conferencias y otras actividades celebran en la USC el 150 aniversario de la primera tabla periódica, un compendio de elementos que todavía puede crecer

12 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Una exposición, un concurso de carteles sobre cada elemento químico, conferencias y otras iniciativas harán de la tabla periódica uno de los ejes de las actividades de la USC en general, y de la Facultade de Química en particular, con motivo de la celebración del 150 aniversario de ese compendio que elaboró, en el año 1869, el profesor Dimitri Mendeleiev. Entonces tenía 63 elementos, pero el científico ruso se percató de que estaba incompleta y dejó los huecos correspondientes para que esas casillas se pudiesen rellenar en el futuro. Y así fue. Hoy, la tabla consta de 118 elementos, de los que 65 fueron creados de forma artificial en laboratorio. En su última revisión, en el 2016, se incluyeron cuatro más: nihonio, moscovio, teneso y oganesón. Es el abecedario de la química, pero está incompleto, todavía podrían hallarse nuevos elementos. «Cada vez é máis difícil -reconoce el catedrático de Química Inorgánica y profesor emérito de la USC Manuel Bermejo-, pero podería ser, porque os medios técnicos e os aceleradores de átomos son cada vez máis potentes».

Bermejo Patiño, junto con los profesores Ana María González Noya y Marcelino Maneiro, publicó hace unos meses la Guía de elementos químicos, un compendio de 118 capítulos, uno por cada elemento, que explica, uno a uno y con un lenguaje asequible para cualquier interesado, por qué son importantes para la humanidad. Con esa obra, además, el catedrático colocó al gallego entre los idiomas de uso científico al incluir la última revisión de la tabla periódica en la lengua propia. Sobre esta obra y sobre la importancia de la tabla de elementos impartió una conferencia en la Facultade de Química bajo el título O sistema periódico: por que e para que.

«Quixen propoñer unha serie de preguntas, como por que os químicos tivemos a necesidade de crear a táboa e por que pode ser útil tanto nas aulas como na vida diaria». Como por ejemplo, «o ferro, sen o cal non poderiamos respirar, porque a hemoglobina, unha proteína rica en ferro, transporta o osíxeno por todo o corpo», indica el profesor.

La conferencia, y en general todas las actividades dedicadas en la USC a la tabla periódica, son también un homenaje a su creador, Mendeleiev, y a su clarividencia: «Ao facer a táboa decatouse de que había unha periodicidade entre os elementos, de tal maneira que os de abaixo repetían propiedades dos de arriba, e caeu na conta de que tiña que deixar ocos porque había elementos por descubrir e ata aventurouse a dar propiedades dos que faltaban», repasa Bermejo. Y acertó. Tanto, que cuando años después se incluyó el galio, su descubridor tuvo que rectificar acerca de sus propiedades porque no eran las que él había calculado sino las que Mendeleiev había predicho años antes.

Pero la tabla periódica es también un compendio de la historia del universo, porque tras el Big Bang no había más que tres elementos: el hidrógeno, el helio y el litio, de cuya fusión fueron surgiendo otros como el carbono o el oxígeno. Los estudiosos fueron, poco a poco, descubriéndolos y catalogándolos, hasta llegar a los 63 primeros que Mendeleiev incluyó en la tabla original.

Los últimos 65 se crearon artificialmente por síntesis en laboratorio. Del hidrógeno al eka-francio, que es como podría llamarse el elemento 119 si finalmente se acepta, van 13.800 millones de años. Y la USC recorrerá este curso las casillas de ese juego de la oca que recoge la historia de la química en una tabla periódica.