La recreación de Alba de Groria, el célebre discurso de Castelao del 25 de julio de 1948 en Buenos Aires, es sin duda una de las grandes exposiciones de la historia de Santiago. Quien se acerque a Bonaval, donde permanece hasta principios de febrero, podrá verificar los aciertos de Manuel Gago, comisario de la muestra, para acercar a visitantes de hoy un ejercicio de elocuencia calculado, emocionante y conmovedor; pronunciado entonces ante la emigración y el exilio, que conserva actualidad. Se utilizan tecnologías de ahora para interpretar esa «peza cimeira da oratoria galega, plena de simbolismo e fulcral na construción do relato identitario galego», como explica una publicación editada para difundirla. La presencia de trabajos artísticos y políticos de Castelao, el desfile de la «Santa Compaña inmorredoira» y la réplica de sus personajes; la forma cómo se acerca el discurso al público; la invitación para votar al final, y otros detalles, realzan el atractivo de un producto diseñado con conocimiento y buen gusto. Compostela, su historia y sus gentes, está además muy presente, y se resalta como emblema. El cuadro «A derradeira leición do mestre», que puede verse en el Gaiás, es un buen complemento.
Castelao permanece de formas muy diversas en la ciudad. Se le encuentra, por ejemplo, en la Facultade de Medicina; o en la biblioteca escolar histórica del Xelmírez I, donde se halla en lugar preferente su expediente.
Esta exhibición de Bonaval, al lado del Panteón de Galegos Ilustres, donde reposan sus restos mortales, rememora un acontecimiento de hace 70 años con singular fortuna.
Es todo un éxito.