«Queremos conseguir la forma de vida que hemos visto estos días en Galicia»

Manuel Antonio Martínez, presidente de una federación de 27 cooperativas de San Luís la Herradura, y Merly Urquilla, una joven de San Pedro Masahuat que participó en actividades de formación de un proyecto de cooperación promovido desde el 2007 en El Salvador por la Asemblea de Cooperación Pola Paz (ACPP) y el Centro Tecnolóxico do Mar (Cetmar), se reunieron ayer en Santiago con representantes de la Xunta y de entidades que contribuyen a financiar esta iniciativa solidaria. Les acompañó Alejandro Quiñoá, presidente de ACPP, quien destaca el interés de esta experiencia que contempla formación y diversas mejoras, sobre todo en empleo, pero también en vivienda. «Queremos conseguir una forma de vida como vimos estos días en Galicia, sobre todo en la explotación y comercialización de productos del mar, y en poder acceder a ayudas como la jubilación», explica Manuel Antonio Martínez.

Esta es la tercera expedición que viene desde El Salvador a Galicia para ver cómo es la situación aquí y avanzar en el conocimiento de las mejoras que se pretenden aprovechar para su realidad. Esta vez les acompañaba Francisco Hirezi, alcalde de Zacatecoluca, la ciudad cabecera del departamento de La Paz. «Era muy importante la presencia de un representante político, pero tuvo que regresar antes de lo previsto a causa de un accidente, lo que le impidió realizar la visita como estaba programada», indica Manuel Antonio.

Estos días, él y Merly realizaron contactos «en Marín, Cambados, Bueu, Sanxenxo, Corcubión, Illa de Arousa y Vigo. Conocimos experiencias de industrias, de centros de formación, de cómo se organiza el trabajo, de sanidad o de comercialización, muy diferentes. Lo que hemos visto puede ser una ayuda interesante para beneficiar la forma de vida de nuestras comunidades», agrega.

Esta tercera visita complementa las dos anteriores, y el trabajo que personal especialista de ACPP y del Cetmar efectuaron sobre el terreno, en El Salvador. Allí promovieron actividades formativas, las opciones de una embarcación de poliéster diferente y con más posibilidades que la habitual allí hasta entonces. Y contribuyeron a realizar un proyecto de 250 viviendas para realojar a una población afectada por unas intensas lluvias. Merly Urquilla, que está entre quienes se beneficiaron de esta última iniciativa, enfatiza sobre todo el interés de un curso orientado a formar a diez jóvenes, «en el que se nos ofreció desde el transporte hasta la comida. Se nos atendía entre las 8.00 y las 16.00 horas en todo lo que precisábamos», dice. Además de la formación específica para el empleo, apostilla, «también se nos enseñaban primeros auxilios, cómo actuar en caso de un accidente laboral». Fue una experiencia que tuvo impacto en la zona. «Nos visitó el embajador de España en El Salvador y tuvo repercusión en los medios de comunicación», relata. Recuerda la presencia de «maestros gallegos que participaron y nos enseñaron cómo afrontar diversas mejoras». Tuvieron algún encontronazo con maras, como se denomina a los grupos organizados locales que se dedican a actividades consideradas delictivas, pero las superaron.

Manuel Antonio y Merly destacan que en aquella zona salvadoreña hay ahora una importante presencia china, que también crea incógnitas, y para salvaguardar sus costumbres valoran de especial interés poder aplicar mejoras que han visto en Galicia: en las cooperativas de pescadores y acuicultura, pero también de mujeres dedicadas a tareas de restauración o en iniciativas comerciales. Por eso consideran este proyecto de cooperación de especial interés para su futuro.

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