Mucha policía

Xurxo Melchor
Xurxo Melchor ENTRE LÍNEAS

SANTIAGO

10 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

En el Reino Unido andan los medios de comunicación revueltos con unas imágenes en las que dos guardias civiles se emplean con determinación y a porrazo limpio con dos turistas británicos en Magaluf. Ya saben, ese lugar de Mallorca al que los jóvenes de la pérfida Albión van en masa a emborracharse, drogarse y, ya puestos, morir tras lanzarse desde el balcón a la piscina del hotel (y fallar). Lo sorprendente es que los ingleses no están indignados con la policía española, ni nos llaman bárbaros ni nada por el estilo. Todo lo contrario, alaban la actitud de nuestros agentes y lo que les parece intolerable es la de sus compatriotas. No puedo ni imaginarme qué habría pasado si fuese al revés. Aquí, en el país en el que un hombre entra armado con un gran cuchillo y al grito de Alá es grande en una comisaría catalana, la emprende contra una policía, ella responde correctamente, le abate, y todavía hay partidos políticos que le exigen explicaciones porque piensan que se sobrepasó. Afortunadamente, la investigación que se había abierto contra ella se ha cerrado sin consecuencias negativas para la policía. Otra cosa habría sido el colmo. Pero la verdad es que en la España actual hay mucho alérgico a los hombres de verde y de azul. Más como pose, porque a alguno le parece que es muy progre criticar a las fuerzas de seguridad pese a que son ellas las que velan por nuestras libertades. Yo, lo admito, soy del otro bando. De los que quiere que haya más agentes por las calles, que cobren lo que se merecen y tengan los mejores medios para luchar contra la delincuencia. De los que quieren mucha policía. Como en aquella canción de Sabina.