Adiós a las butacas del Auditorio

SANTIAGO

Carlos Folgoso

«Usáronse moito e xa teñen un desgaste evidente: é unha necesidade», afirma Xaquín López

02 ene 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Durante tres décadas han servido para el acomodo del público de la sala Ángel Brage del Auditorio, pero les ha llegado la hora del relevo. Y el recambio no es una cuestión menor, ni económica ni estructuralmente. No en vano se trata de mil butacas. Y de sus características depende en buena medida la calidad de la acústica de un recinto que si bien ha albergado todo tipo de espectáculos propios de este tipo de salas, tiene en la Real Filharmonía de Galicia su habitual y gran reclamo.

Tras prácticamente treinta años de uso, «cómpre xa renovalas», afirma el director-gerente del Auditorio, Xaquín López. «Usáronse moito e xa teñen un desgaste evidente: é unha necesidade, non un capricho», precisa ante una inversión que no es menor. Más de medio millon de euros (550.000 euros en concreto) es lo que ha reservado el Concello en sus cuentas del 2018 para esta comra.

Algunas butacas ya han tenido que sustituirse puntualmente en los últimos años. Pero además del desgaste, las normativas de seguridad antiincendios también obligan. La actual es más restrictiva y aunque el recinto está todavía dentro del plazo de adaptación, la gerencia considera que, entre esa obligación y el deterioro acumulado, ha llegado el momento de una renovación recogida en el plan director redactado por el Consorcio para el edificio, al igual que la intervención que se realiza en el tejado.

Y el cambio ha de mejorar también por fuerza la accesibilidad para las personas con discapacidad. Ahora mismo ese colectivo solo dispone de butacas en la última fila. El relevo permitirá redistribuirlas, para que sus ocupantes tengan más opciones para ubicarse ante cualquier tipo de espectáculo. El 1 % de las butacas han de ser accesibles. Este es el último cambio que le quedaba al Auditorio por adaptar en materia de accesibilidad.

Siempre en la última fila

«O edificio é accesible e a sala non ten ningunha barreira, pero os lugares para eles sempre son os últimos», precisa López, pendiente de la aprobación del presupuesto para poder iniciar el proceso de licitación de la renovación de butacas por concurso abierto. Un proceso en el que se mantendrá la actual estética de la sala diseñada en su día por Cano Lasso. Porque se trata de preservar «o conxunto» desde la perspectiva de la acústica, «para que se manteñan as mesmas condicións», según Xaquín López, quien destaca que tiene una de las mejores acústicas de Galicia. Y las butacas también tienen su importancia en ello.

El material de los asientos no es una cuestión menor para la acústica. El respaldo de las actuales es de madera, pero ya sea ese u otro material, el de las nuevas debe de «manter as mesmas condicións de acústica».

El Auditorio cuenta con poder afrontar este recambio en el verano, para que no afecte a la programación de la Real Filharmonía de Galicia. De momento no se pone en otra tesitura, aunque si los plazos se metiesen en la actividad de temporada de la formación musical se buscarían fórmulas para que no afectasen a esta, precisa Xaquín López. En cualquier caso, el Auditorio cumplirá 30 años con nuevos asientos. El recinto inició su actividad el 20 de octubre de 1989 con un concierto de la Orquesta Nacional de España.