La industria creó en el último año el mismo empleo que los servicios

Mario Beramendi Álvarez
mario beramendi SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

PACO RODRÍGUEZ

El sector se anota 600 nuevos puestos, empujado por la mejora de la construcción

26 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

No es Santiago una ciudad de grandes sobresaltos económicos. Marcada por el enorme peso que tiene el sector público en su economía, en tiempos de crisis destruyó menos empleo que las áreas industriales. Y ahora, en consecuencia, la ocupación también crece a un ritmo más bajo. Concretamente, un 2,7 % más, muy por debajo de los incrementos de A Coruña y Vigo, con un 4,4 % y un 5,7 %, respectivamente. La noticia es que, por vez primera desde que arrancó la ansiada recuperación, la industria ha logrado en el último año crear el mismo empleo que el sector servicios, que es la columna vertebral de la estructura productiva compostelana, básicamente, por el tirón hostelero y turístico.

Según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), Compostela se anota en el último año (con datos actualizados hasta septiembre) 500 nuevos ocupados en la construcción, 600 en los servicios y otros 600 en las actividades vinculadas a la industria. Esto tiene que ver, en gran medida, por varios factores: uno, la buena salud de la que goza la principal industria asentada en el término municipal, que es la multinacional maderera Finsa, que ha incrementado el volumen de empleo a lo largo del último año. Sin embargo, este buen desempeño del sector industrial también se explica por la mayor carga de trabajo de las pequeñas empresas proveedoras del sector de la construcción: ventanas, puertas, acabados, fontanería. La recuperación del sector de la edificación residencial, después de haber tocado fondo, ha revitalizado el pequeño tejido industrial de la zona, empresas que se vieron también muy afectadas cuando estalló la burbuja inmobiliaria.

Arial tiene en marcha ahora un edificio en Santa Marta, zona donde también promueve Santiago Sur, y Abeconsa está construyendo también en Cornes. Son solo algunos ejemplos, a los que hay que sumar también otras construcciones y rehabilitaciones de vivienda por toda la ciudad. Y esta será la tónica también para los próximos años, lo que augura un horizonte razonablemente optimista para el pequeño y escaso tejido industrial del área de Santiago. La recuperación del mercado inmobiliario se aprecia en el lado de la oferta, pero también en el de la demanda: Compostela ha vivido el mejor inicio de año en venta de viviendas desde el 2012.

Con todo, la pequeña industria local tiene ante sí el enorme desafío de ganar tamaño: y ello pasa por avanzar en la innovación y ganar mercados internacionales. El perfil de muchas compañías es el de un negocio que opera, fundamentalmente, en el mercado local, sin mayores aspiraciones.

De las más de 12.000 empresas del área de Compostela, algo menos de sesenta pasan de los cien empleados, y apenas 23 superan los 250, lo que da cuenta del raquitismo existente.

Las actividades vinculadas al sector primario son las únicas que destruyen trabajo

El análisis sectorial sobre la evolución del empleo muestra que todas las actividades ganaron puestos de trabajo. Lo hizo la industria, la construcción y los servicios, y de forma notable, lo que prueba la consolidación de la recuperación económica, a pesar de que el empleo que se está generando no es de la mejor calidad. Sin embargo, hay una excepción: las actividades englobadas en el sector primario, es decir, agricultura y ganadería, contabilizan 400 empleos menos que hace un año, según los datos que ofrece trimestralmente la EPA.

Un dato que vuelve a poner en evidencia la crisis de rentabilidad que atraviesa el campo, incluso el que está más próximo a áreas más pobladas, tal y como ocurre en el eje atlántico. En muchas ocasiones, se trata de granjas familiares, con personas mayores, de alta en el régimen agrario, pero cuya actividad en el medio rural está más vinculada al autoconsumo y a la economía doméstica que a la propia de un negocio mercantil.