Un carro amable acompaña en el CHUS a los pacientes con cáncer

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

SANDRA ALONSO

Una decena de voluntarias hacen más llevadera su espera

01 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El carrito es la excusa, la justificación para poder acercarse a los pacientes y a sus acompañantes, hablar con ellos y conocer sus dudas y preocupaciones. Desde hace unas semanas por la zona de oncología radioterápica del CHUS pasea un carro con varias voluntarias de la Asociación Española Contra el Cáncer. En él llevan café, zumos, bebidas, revistas e incluso pasatiempos. Acompañan a los enfermos, los escuchan y les hacen más llevadera la espera. Y lo cierto es que ellos, en concreto ellas, se llevan también una experiencia gratificante. «Nos sorprendió muchísimo lo encantadora que es la gente, siempre con una sonrisa, es una actividad muy gratificante», explica Ana Peinó, una de las voluntarias.

Este proyecto se desarrolla tras el acuerdo firmado por la gerente de la Xestión Integrada de Santiago, Eloína Núñez Masid, y la presidenta de la junta provincial de A Coruña de la Asociación Española contra el Cáncer, Elena Viturro. Se trata de una medida que se irá ampliando paulatinamente. Por ahora las voluntarias, casi una decena, van dos días a la semana, pero si logran que se unan más colaboradores, explican, ampliarán esta frecuencia y también las zonas que visitan. «De momento vamos a la zona de radioterapia, en donde los enfermos y sus acompañantes están esperando por su tratamiento o por una consulta, pero el objetivo es ir a más áreas y llegar a más pacientes oncológicos», cuenta Ana.

Entre las voluntarias hay un perfil variado, pero todas coinciden en lo satisfactoria que está resultando la experiencia. Jóvenes, mayores, estudiantes, trabajadores, con hijos... «Se trata de humanizar una situación que no es agradable», explica Peinó. Además, al hablar con los pacientes y preguntarles por sus necesidades, el carrito Don Amable, que así se llama, irá cambiando sus productos para adaptarse a lo que prefieran los usuarios.

Con las voluntarias está la psicóloga de la asociación contra el cáncer, Aroa Gutiérrez, quien asegura que «a idea é ir incrementando os días e as quendas a medida que se vaian apuntando máis voluntarios». El jefe del servicio de oncología radioterápica, Antonio Gómez Caamaño, reconoce el trabajo que hacen las voluntarias acompañando a los enfermos «agradecemos profundamente o seu apoio». Lo dice en nombre no solo de los compañeros del servicio sino también de los más de 12.000 pacientes que atienden al año.

30.000 en el 2018

El objetivo es que el próximo año el carro Don Amable visite también los hospitales de día de oncología y hematología y a los casi treinta mil pacientes que cada año acuden a sendas unidades del CHUS. El proyecto busca que la estancia de los enfermos sea más sencilla. Por un lado entreteniéndolos, charlando con ellos o preguntándoles sus preguntas. Y, por supuesto, tomando café o leyendo una revista «que también está bien», cuenta una de las voluntarias.

El carrito Don Amable se adaptará a las necesidades que tengan

los enfermos