Con la justicia toparemos

SANTIAGO

06 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Si algo va mal que lo arregle el que venga. Y el que venga puedes ser tú mismo o tu relevo político. Está cayendo sobre Raxoi una lluvia de sentencias judiciales que delatan una realidad patente: los gestores no se leen bien la letra de la ley o se saltan la letra pequeña con una alegría contagiosa, que contagia disgustos. Por ejemplo, si faltan unos pocos metros cuadrados para el depósito de vehículos no va a pasar nada, malo será. Y malo ha sido. Un juez contó los metros y anuló el concurso de la ORA. Y si el interventor te está diciendo no vayas por ahí que vas a tropezar y a pegarte un buen castañazo, y tu dices me refanflinfa lo que diga el interventor que para eso lo traje yo, pues llega un magistrado y te anula el concurso de las guarderías. Y si torturas los números como Ronald Coase para que te proporcionen un buen informe sobre la depuradora de Silvouta, llega un juez y dice que la tortura está prohibida y te anula la declaración ambiental. Ay si juzga la tortura de los números en O Souto... Y si el gestor tuviese el buen tino de no hacerse el moroso con los expropiados de la Casa do Cabido, Raxoi no tendría que aflojar 110.000 euros, como recoge una sentencia reciente. Y si Raxoi fuese algo más lúcido al valorar el combustible de Tralusa, no le irían los jueces a la faldriquera para hacerle soltar casi medio millón de euros, cifra que le arrancó la boina a Martiño. Siempre existe la tentación de justificar y colocar las sentencias antedichas en el capítulo de gajes del oficio. Son averías, gordas y gravosas, de gestión. El gobernante corresponsal del Concello en la sede judicial de Fontiñas debería tener derecho a una dedicación exclusiva de Raxoi.