«El duende es quien te lleva, yo solo soy su carcasa»

SANTIAGO

JUAN RAFAEL CORTÉS. En directo interpreta canciones de sus discos, de Paco de Lucía y de Camarón
JUAN RAFAEL CORTÉS. En directo interpreta canciones de sus discos, de Paco de Lucía y de Camarón

26 jun 2015 . Actualizado a las 13:11 h.

| Si con 8 años Camarón te sube al escenario y toca la guitarra para que tú cantes, ya no hay vuelta atrás, amigo. Por mucho que tus padres no quieran que te aúpes tan temprano a la carreta del espectáculo. Eso fue lo que le aconteció a Duquende, quien asumió con reverencia y solventó con creces el destino que le marcó el genio de la Isla. Después llegaron Tomatito, Juan Habichuela, Vicente Amigo... Todos subyugados por el poderío de este cantaor esquivo. Y finalmente el maestro, Paco de Lucía, para quien fue la voz en directo durante 18 años de giras.

-Ha pasado ya más de un año desde que se fue, ¿cómo lo lleva?

-Pues acordándome de él todos los días. En el escenario echo mucho de menos su complicidad. Ya no hay más guitarra para mí.

-¿Qué fue lo más grande que aprendió de él?

-De Paco se aprenden hasta los andares (ríe). Pero ese embrujo y esa magia con la que él cautivaba a la gente con una sola nota de su guitarra, eso era lo más grande que había en el mundo.

-¿Y quién es ahora el más grande?

-No hay nadie. Ni para él ni para Camarón... Ni saldrá tampoco. Hay muy buenos guitarristas y cantaores pero no han sufrido lo que sufrieron los antiguos. Y el flamenco grande nace de la queja.

-En el flamenco, ¿está todo inventado?

-Yo creo que sí. Lo que único que puedes variar es la inspiración en tu cante.

-¿Qué opinión le merecen los flamencos que han apostado por el mestizaje?

-Hay mucha gente que lo hace muy bonito. Pero no es mi caso. Yo todo lo que hago es flamenco. Incluso si quiero hacer una rumba me salen unos tangos. No lo puedo evitar. Soy flamenco desde que me levanto hasta que me acuesto.

-¿Es usted un purista?

-No, claro que no. Yo he cantado cosas de Alejandro Sanz o de Leonard Cohen. Pero el flamenco es otra cosa. Es un señor que se sienta con una guitarra y una voz y venga, p?alante, a cantar por tangos seguirillas, fandangos, bulerías... Eso es el flamenco.

-¿Hay que ser gitano para sentir al cien por cien el flamenco?

-Hay dos maneras de sentirlo y de plasmarlo. Está el cante payo y el cante gitano. Está bien reconocer que existe una manera y que existe otra. Ni mejor ni peor, pero distintas.

-¿Y el duende, ¿es un mito o realmente existe?

-Existe, claro que existe. El duende es quien te lleva. Yo le sirvo de carcasa. Y de vez en cuando me hace pasar unas fatigas que no veas.

-¿Y si no aparece?

-Por eso, por eso son las fatigas. Pues esa noche se duerme muy mal. Pero hay que echarle arte torero y tirar p?alante. Que si le obligas un poco, algo siempre sale.