Simbolismos, gestos y hechos

Ignacio Carballo González
Ignacio Carballo LA SEMANA POR DELANTE

SANTIAGO

14 jun 2015 . Actualizado a las 12:34 h.

Fue día de simbolismos, declaraciones de principios, protocolo (por momentos fallido) y cortesía política. Es lo que corresponde en la sesión constitutiva de las nuevas corporaciones locales, pero ayer hubo algo más en Raxoi. Hubo un halo de efusividad iniciática en los escaños de Compostela Aberta que pudo transportar en el recuerdo a Estévez -el exalcalde seguía la sesión a través de una pantalla en el salón de al lado- a los primeros andares democráticos del Concello, cuando las rutinas y las frustraciones de la política todavía no habían hecho mella en el entusiasmo de quienes, anteponiendo los intereses comunes y el diálogo a las siglas del más amplio espectro ideológico, se sentían llamados a la construcción de una nueva sociedad desde la Administración más próxima a sus vecinos. A la poderosa carga simbólica de la sesión contribuyeron las evocaciones que Martiño Noriega hizo de Ánxel Casal, Avelino Pousa Antelo e Isaac Díaz Pardo, y sorprendió al reivindicar ya desde sus «prometos» a las dos Marías.

Pasó el día, pasó la romería (en Belvís, pulpo y gaitas), y desde mañana el gobierno de Noriega querrá demostrar que la drástica ruptura que ofreció a los compostelanos no eran oportunistas cantos de sirena. Tendrá una dura oposición del PP desde el minuto uno; el PSOE va a ejercer una notable capacidad de influencia con sus cuatro ediles en la negociación de acuerdos puntuales; y aun en el hipotético caso de que el BNG se embarque en una coalición, de poco le va a valer.

Necesariamente tiene que ser un mandato de diálogo en busca de acuerdos que impidan la parálisis del Concello. Noriega deberá aligerar sus ropajes de campaña para vestir el atuendo institucional, que no es un disfraz ni para él ni para ningún otro alcalde, sea del partido que sea. De lo contrario, compostelanos de toda condición y creencias no se sentirán representados por él. Y entonces tanto simbolismo parecerá un simple ornato.