Cespa ultima el parque de la emblemática finca para su disfrute desde agosto
27 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Los compostelanos disfrutarán desde agosto de otro parque singular. Tendrá una de las mejores vistas hacia la Catedral, después de la Alameda, y junto con la vecina zona verde de Monte Pío. Se trata de la finca do Espiño, un espacio con una significada parte boscosa que ha estado largos años oculta a la ciudad. Su apertura estaba pendiente desde hace más de una década, cuando su compra por la promotora Layetana y su recalificación urbanística derivó en el 2001 en un convenio que ponía a disposición del Ayuntamiento 18.000 metros cuadrados de zona verde, además de la antigua casona.
Las diferencias entre la Administración local y la promotora para el desarrollo de la parte privada de la finca mantuvieron cerrado este espacio, acondicionado ahora con una inversión próxima al millón de euros después de que el Concello ejecutase el aval del importe de la actuación que tenía que aportar Layetana. La solución para la urbanización de la parte privada, en lo alto del ámbito, sigue todavía pendiente.
Adjudicada hace un año a la concesionaria del mantenimiento de las zonas verdes, la firma Cespa, por 800.000 euros (con IVA) y un plazo de ejecución de 10 meses, la habilitación de la zona verde está ya con los últimos retoques y se programa su apertura para agosto. Será en la primera quincena, prevé el Ayuntamiento, tras el desarrollo de un proyecto que ha prestado especial atención a la zona boscosa y tratado como parque urbano el resto, además de reservar un pequeño espacio con formato de jardín.
Pero aparte del resultado que será más visible para el ciudadano, el proyecto ha incluido la utilización de materiales reciclables y reciclados, sobre todo del entorno. Así lo especificaba un pliego de condiciones que incidía también en la necesaria instalación de redes de agua y eléctricas cuyas características y mantenimiento impulsasen un ahorro en la gestión del recinto. Solo las luminarias led con que se ha dotado el parque ahorrarán más del 70 % en la factura eléctrica del ámbito. Y para el riego se reciclará agua de lluvia que se retendrá en depósitos de contención, lo que permitirá un ahorro del 91 % en el consumo hídrico. Ese sistema aportará también un pequeño estanque al parque.
Lo que de momento restará encanto al lugar es el estado ruinoso de los restos del palacete modernista que preside esta emblemática finca. Su reconstrucción está todavía pendiente, pese a que el Ayuntamiento contaba en la última visita a las obras del parque, en noviembre del 2013, con que la edificación estuviese disponible para principios del 2015. Pero no será así. La intervención está todavía sin adjudicar y su ejecución precisará no menos de un año de plazo.