«Unha barbaridade». Así califica la CIG el cierre de la cafetería de la estación de autobuses tras el fracaso de la convocatoria pública realizada para renovar la concesión. La adjudicataria, Pontevedra Dos, renunció al negocio hostelero y el próximo martes día 11 la instalación quedará sin actividad.
La CIG, que tenía esperanza de que se encauzara la situación, anuncia movilizaciones. Son seis los trabajadores, con cerca de treinta años en las dependencias, que se quedan en la calle con el cierre de la cafetería. Al sindicato le parece «frívolo» cambiar «persoas por máquinas», en alusión al sistema de vénding que va a reemplazar el negocio clausurado y que, según afirma, va a rebajar la calidad del servicio y producto.
La CIG cree que, en vez de esa solución, debería mantenerse la gestión de la empresa actual hasta que otra firma asuma la explotación. Lo que no tiene sentido, a juicio de los trabajadores, es establecer un vénding en la estación de la capital de Galicia con el prestigio que requiere una instalación central y que posee, según el sindicato, el actual establecimiento. «A política que está levando Turismo é de deixadez absoluta», refiere Roberto Alonso, responsable de Servicios de la central nacionalista.
Tilda de «surrealista» que se catalogue la cafetería de la estación compostelana como un «servizo non esencial» y lamenta «que non interesen os postos de traballo».
La empresa que aún mantiene la explotación, Santiago Dos, finalizó ya su contrato y el consejo de administración de Tussa decidió prorrogárselo en dos ocasiones. Ahora la ya exconcesionaria debe ir preparando el abandono de las instalaciones al rechazar Tussa su continuidad por estar inmersa en un concurso de acreedores.