«Nos saíu da alma»

r.m. santiago / la voz

SANTIAGO

Los vecinos de Angrois agradecen los reconocimientos pero se quitan méritos

30 jul 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Solo quieren volver a la normalidad y recuperar sus vidas de nuevo. Ese es el anhelo común ahora mismo de los vecinos de Angrois, abrumados por el interés mediático que ha despertado su respuesta ante la tragedia que el pasado miércoles sacudía a Santiago y por las propuestas de reconocimientos que están surgiendo para agradecer su entrega. La primera de carácter oficial les llegaba ayer desde el propio Ayuntamiento, que decidió concederles la medalla de oro de la ciudad por su «actitude exemplar», en un reconocimiento que tanto gobierno como oposición consideran «de xustiza». Mientras, en Internet, una marea de firmas los proponía para el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia del próximo año.

Pero si la iniciativa municipal y la pérdida del anonimato en el que vivieron hasta ahora los abruma, la de los internautas ya los sobrepasa. «É desorbitado», dice el vicepresidente vecinal, Martín Rozas. Y es que no ven más mérito en su acción que la de responder a un «acto que nos sae da alma» ante la tragedia que aquel día los visitó y en la que, dentro de tanta desgracia, lo único positivo que ven es que en el barrio no hubiese ninguna víctima.

Hicieron lo que cualquiera haría, dicen, y aunque agradecen la concesión de la distinción municipal, también sostienen que «non facía falta», afirma Rozas. Porque «nós non a buscabamos, nin necesitamos que nos recoñezan o que fixemos, porque é un acto humano, instintivo». «Sabemos o que fixemos» y con eso le llega a un barrio de «xente humilde, tranquila e traballadora» que se reconoce «sobrepasado» por las circunstancias y que ahora solo quiere normalidad, «seguir igual, ser unha familia unida». Y que sus mayores puedan salir de nuevo a la calle sin el agobio de estos días, sometidos al interés de tantos medios.

Hasta a la hora de los reconocimientos, Angrois sigue volcado con las víctimas. Porque a ellas, a las que «non poderán cumprir os seus soños e aos familiares que non poderán velos» es a quien hay que hacer reconocimiento, defiende Rozas.