Valle Inclán: el último que apague el proyector

nacho mirás SANTIAGO / LA VOZ

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Antes de que acabe el mes, esta escena que todos hemos protagonizado será imposible.
Antes de que acabe el mes, esta escena que todos hemos protagonizado será imposible. mónica ferreirós< / span>

Los míticos cines del Ensanche cerrarán el día 30 después de treinta años de actividad

13 jun 2013 . Actualizado a las 14:09 h.

Fundido a negro para siempre en los cines Valle Inclán después de treinta años de proyecciones. El 30 de junio, las populares salas de proyección venderán sus últimas entradas, tal como decidió días atrás el consejo de administración de la empresa Vídeo Cine Galicia S.A. (Vicigasa) a través de su máximo responsable, Tomás Ucieda Somoza.

La razón es puramente económica. La bajada de la recaudación, unida al aumento del IVA a los cines (que pasó del ocho al 21%), las descargas en Internet y la reciente apertura de las nuevas salas del Centro Comercial As Cancelas han acabado por condenar al Valle Inclán, que ha funcionado ininterrumpidamente desde 1983 en el número 12 de Fernando III O Santo.

Cine de calidad

El proyecto inicial supuso una fuerte apuesta por el cine de calidad, pensando en crear un mercado específico con una base compuesta por universitarios. El local abrió con tres salas de 440, 228 y 171 butacas. En su estreno, la película que ocupó la sala principal fue Amarcord, de Fellini, toda una declaración de intenciones. Entonces, tal como recuerdan José María Folgar de la Calle y Rita Martín del departamento de Cine, en la publicación de la USC Semana, sus competidores comerciales eran el Salón Teatro, Avenida, Capitol, Yago y Principal, locales que ya no tienen programación cinematográfica estable.

Después de unos estrenos con una fuerte apuesta por la versión original, los cines alcanzaron su madurez comercial con películas taquilleras como El silencio de los corderos, en 1990, que recaudó 7,6 millones de pesetas en los 68 días que se proyectó. Otros filmes de éxito fueron El último emperador, Mira quien habla o Desafío total, la mayoría proyectadas a principios de los 90, que fueron los años con mayor población joven en Santiago propiciada por la comunidad universitaria y la creciente Administración autonómica. Desde hace años una reforma del local, de unos mil metros cuadrados, dobló el número de salas para competir con la oferta de los cines de Área Central y los Multicines Compostela, que también están cerrados desde hace meses.