Barcala revive el espíritu de los históricos campamentos

emilio forján NEGREIRA / LA VOZ

SANTIAGO

Una imagen de uno de los campamentos de Val de Barcala celebrado en San Roque (Corcubión).
Una imagen de uno de los campamentos de Val de Barcala celebrado en San Roque (Corcubión).

Una fiesta en el refugio de Chans reunirá a medio centenar de vecinos que participaron en las actividades veraniegas

04 nov 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

El próximo sábado se reunirán en una fiesta de reencuentro en el refugio de Chans, en A Baña, alrededor de medio centenar de barcaleses que en su día formaron parte como alumnos primero, y después como monitores, de los históricos campamentos de verano Val de Barcala, desaparecidos como tales en el año 2005 tras tres décadas organizados conjuntamente entre A Baña y Negreira. Los campamentos nacieron en el año 1973 por iniciativa de Cáritas, y su promotor fue el actual presidente de Feiraco, José Montes. Sería dos años después cuando naciese su carácter comarcal, bajo la dirección del fallecido Bartolomé Sánchez, cura por entonces de Negreira. Se celebraron en la playa de Mañóns, en Abanqueiro (Boiro), durante dos meses, y entre sus primeros monitores se encontraban Francisco Villaverde y Manolo López Tuñas, que después serían alcaldes de A Baña y Negreira, respectivamente, además de Romarís, Pablo Vaamonde, Alejandro de Agrón y Federico. En 1976 se celebrarían en la playa de Coroso, en Ribeira, irrumpiendo como monitores Amancio Liñares y Francisco Lens.

La llegada a Louro

El verano de 1977 marcaría un punto de inflexión, ya que los campamentos llegarían por primera vez a la huerta del convento de los Franciscanos de Louro, en Muros, y fueron coordinados por Benjamín Roo, antiguo cura de Ordoeste, y Manuel Tojo, de Cabanas. Louro sería el lugar en el que más años se celebrarían los campamentos, los cuales en su última etapa pasarían a ser tutelados por los concellos de Negreira y A Baña. Tras dejar Louro, otras localizaciones serían las de Lariño (Carnota), San Roque (Corcubión), Ancoradoiro (Muros), y dos años consecutivos en A Illa de Arousa, para terminar la playa de Os Muiños, en Muxía.

Durante sus más de tres décadas de existencia, los campamentos Val de Barcala supusieron el mejor ejemplo del espíritu social y la convivencia en la unión comarcal de A Baña y Negreira. Miles de jóvenes formaron parte de la historia de una actividad que se convirtió en todo un referente y que todavía hoy perdura en el tiempo con puntos de encuentro como un perfil en Facebook, donde se intercambian fotografías para el recuerdo de quienes eran niños o pasaron a ser monitores.