«Siempre que estoy en pareja me implico de lleno»

SANTIAGO

La cantante gallega reconoce que es exigente con su imagen, a pesar de que se considera una mujer «normal».

18 dic 2011 . Actualizado a las 11:19 h.

Hay pocas cosas que Marta Sánchez (A Coruña, 1966) deje fuera de su control. Lleva 26 años en la cima y si su carrera se caracteriza por algo es por ese trabajo escrupuloso, casi milimétrico, de quien se define a sí misma como una mujer «metódica». Se le nota. Después de su éxito veraniego Get Together, aparece impecable subida a unas sandalias de Gucci y con un vestido diseñado por Caprile que la hace brillar -como la artista que es- en dorado achampanado, a pocos días de la Navidad.

-¿Le gustan estas fechas?

-Ya no tanto, ya no soy muy de Navidad yo. En realidad, mi hija es la única motivación en estas fechas, pero desde que murió mi hermana ya no soy de Navidad. Además, en cuanto menos me lo espero, ahí están otra vez. Pero si yo soy poco navideña, mi madre imagínate, ya ni te cuento. Mi madre es cero por ciento. Para la gente a la que le faltan seres queridos la Navidad es muy triste, muy incómoda y muy dañina.

-¿Entonces es de las que huyen?

-Huir tampoco, porque por mi hija me gusta que todo esté bonito. Es verdad que ahora pongo menos adornos que antes, pero cuando ella era más pequeña pues le ponía todo: el belén, el árbol... Este año ya le he dicho las verdades que hay que decirles a los niños a cierta edad, bueno es más, se lo contó su primo en A Coruña, y para ella van a ser unas Navidades diferentes, aunque las vive con intensidad.

-¿Es más de regalar, de dar sorpresas o dirige el detalle en plan: «He visto un reloj...»?

-Me gusta más regalar que recibir. A ver, a mí me gusta comprarme, pero que me regalen no tanto, soy muy especial. Soy difícil para los regalos, exigente no, pero a veces me sorprenden mucho los regalos que me hacen? Cuando me regalan algo, pienso: «Pero por qué me regalan a mí esto, dónde han visto que a mí me pueda gustar algo así».

-¿Pero usted es de las que están pendientes del detalle?

-De toda la vida. Yo sí. Desde cuando era pequeña y subían mis amiguitas a casa, yo les regalaba mis muñecas, mis camisones, mis pines?

-¿Recuerda alguna Navidad especial, y no me refiero a la del golfo Pérsico que pasó con los soldados?

-En Santiago de Compostela, en casa de mis abuelos. Fue la única Navidad en que nos reunimos toda la familia. Yo creo que tendría 12 o 13 años, pero no hubo otra como aquella, todos unidos.

-¿Después de todos estos años de carrera, le sigue abrumando lo que la gente le quiere? Acabo de ver cómo se le echan encima.

-Me gusta saber que la gente me siente cercana, me gusta pensar que la gente me considera de la casa? Otra cosa es el acoso de los medios, pero esa etapa ya pasó. Yo no doy razones para que me molesten demasiado.

-¿Se ha vuelto más hermética?

-Bueno, es que lo de contar las cosas privadas en los medios me ha parecido siempre muy chabacano. Lo de contar intimidades no lo he entendido. Hipotecar tu vida privada en televisión y revistas no me ha gustado nunca. Otra cosa es mi imagen pública. Se pueden contar noticias que a veces quieres compartir con tu público, pero de ahí a contar cuándo te pegaba tu exmarido o cuándo la familia no te repartió la herencia... Eso es barriobajero a tope.

-El año pasado fue la reina del verano con Carlos Baute, y este también ha arrasado con «Get Together». ¿Cómo consigue seguir enganchando y reinventándose de esta manera? ¿Está rodeada de gente estupenda?

-Esto surgió por una propuesta de Bacardi, buscaban una canción internacional, en inglés, y se dio la casualidad de que yo en esa época conocía a D-Mol, así que directamente le secuestré la canción.

-Como artista se ha mantenido en lo alto, con una imagen que siempre impacta: ¿cómo es ese proceso?

-Bueno, me gusta la moda, me gusta cuidar mi aspecto para el público y para mí también. Primero para mí, yo soy muy presumida, y me encanta vermeguapa, porque me da mucho ánimo. No entiendo el descuidarme, perder la línea, o dejar de ir al gimnasio o a mis cuidados de piel, eso no lo permito, no. No me lo permito. Y me gusta.

-Entonces eso de cara lavada y vaqueros no va con usted.

-De cara lavada no tanto, pero de vaqueros sí voy todo el rato. En mi vida diaria, en mi vida privada voy normal, no soy Lady Gaga.

-La han calificado como la reina del pop o la Madonna española, ¿le gustan esas comparaciones?

-Que te comparen con números uno siempre es halagador, aunque las comparaciones son muy odiosas, porque cada uno es cada uno. Es una tendencia muy española lo de compararse con alguien.

-Empezó muy joven, con Cristal Oskuro, y luego Olé Olé, una etapa que ha definido como «muy dura, de mucho trabajo».

-Hombre, me pilló muy jovencita sin saber lo que era el sacrificio de verdad, porque yo hasta entonces había trabajado en una tienda de moda y poco más. Estaba en el colegio, estudiando, y fue una forma muy de golpe de aprender a ganarme la vida.

-Pero hoy, con una niña pequeña, el trabajo será otro. ¿Lleva bien esa parte de compatibilizar las facetas de madre y artista? ¿O se siente culpable como todas?

-Es muy inquietante dejar a una niña en una ciudad y estar todo el rato viajando, pero, bueno, tengo ayuda. Prefiero no culpabilizarme, esta es mi profesión, y con ella me gano la vida. Pero soy muy organizada, muy metódica y estoy todo el día colgada al teléfono y controlándolo desde donde esté.

-Hábleme de su último trabajo. Saldrá a la venta el próximo año, ¿no?

-El año que viene, pero no quiero dar fechas, que si no luego se retrasa y quedo mal. Yo no suelo adelantar nada de mis discos hasta que no están acabados, tengo esa premisa.

-Desde «Lili Marleen» a «Colgado en tus manos» hay muchas Martas. ¿Con cuál se identifica más? ¿Es su naturaleza camaleónica?

-Es que no sé, son todas las misma. Los periodistas tenéis esa manía de hacernos elegir. No sé, con cada etapa, con cada época, pues eres una persona que va aprendiendo, que va adquiriendo diferentes exepriencias, y eso es lo que integra a una persona, porque entre la de Olé Olé y la de ahora no me queda más remedio que quedarme con la de ahora.

-Su disco «De par en par» de duetos, funcionó muy bien. ¿Le gusta trabajar con orros artistas?, porque su química con Baute traspasó lo comercial.

-Evidentemente, con Carlos Baute he tenido tenido más química y eso quedó más que patente, en las actuaciones y en la canción en sí. Con todos tengo una complicidad diferente, pero ahora no pienso nada en duetos, pienso en solista.

-Por ahí va el disco nuevo...

-Sí, en esa dirección, un disco variado con diferentes estilos?

-Tras 26 años y varios discos de platino, ¿a qué aspira como profesional? ¿Le preocupan los años...?

-A nadie nos gusta vernos cada vez más viejas y arrugadas, pero lo llevo muy bien, ayer me puse un mono negro para la actuación de la TVG y me animó mucho ver que tenía tanto éxito y que mis coetáneas Alaska y Ana Torroja me dijeran que estaba estupenda, así que por ahora lo llevo bien.

-¿Soñaba con llegar tan alto?

-Bueno, siempre se puede estar más alto. Pero me satisface pensar que llevo una carrera ya consagrada, y sí estoy muy orgullosa de cómo lo llevo.

-Pero usted parece una persona muy exigente, de retos.

-Sí, siempre se puede hacer mejor y siempre se puede tener más éxitos, pero también hay que vivir la vida.

-Tampoco parece que tenga problema en compartir sus canciones para que otros las interpreten o viceversa. ¿Le gusta trabajar acompañada?

-A mí me gusta disfrutar la música con mis compañeros y en una época como esta, tan difícil, hay que ir de la mano. Por eso se han provocado esas colaboraciones, para hacernos más fuertes. Porque la unión siempre hace la fuerza y la industria lo sabe.

-¿Ha notado la crisis?

-Sí, por supuesto. Si los músicos y los artistas fuésemos los únicos que no la notásemos seríamos extraterrestres.

-Pasados los cuarenta, ¿se siente más segura, mejor consigo misma?

-No. Yo creo que la seguridad la tienes cuando eres adolescente, ahí eres inconsciente y alocada por la juventud. Luego el paso del tiempo te va dando esa coherencia y esa prudencia que dan los años y la madurez. Así que eso de que se está más seguro, depende, depende. Yo creo que con la edad también se crean muchas inseguridades, hay gente que viene pisando fuerte, y te sientes más cohibida por esa competencia. Como artista, ganas en experiencia, pero también pierdes seguridad en otro sentido.

-Voy a hacer de periodista para hacerla elegir. ¿Si se tuviese que quedar con una canción suya?

-No puedo, no puedo...

-¿Y un artista?

-Barbra Streisand. Serrat también es digno de admiración. Alaska o Ana Torroja...

-Vale, vale...

-Admiro a mucha gente, ¡a José Luis Moreno por levantar la industria musical televisiva de este país! [risas].

-Y en la parte más del amor, ¿se deja ir o es muy controladora? Como dice la canción: ¿«Es la roca o la ola que golpea la roca»?

-Pues no sé. Yo siempre que estoy en pareja me implico de lleno, no sé hacerlo a medias. Es que no sé cómo se hace, directamente.

-¿Se parecen en algo sus parejas?

-No se puede comparar una relación con otra, eso es inviable. No se puede meter todo en un mismo saco, cada relación es diferente una de la otra.

-¿Y el hecho de que ahora le coja con otra experiencia?

-Yo no me siento diferente, soy la misma, pero el que cambia también es la pareja, no yo.

-¿Y con su pareja, Hugo, tiene planes de futuro o vive el día a día?

-Vivo el presente absoluto.

-¿Le gustan los hombres que se cuidan?

-Me gustan los hombres limpísimos.

-De camisa blanca [risas].

-Sí, de camisa blanca, a poder ser, muy bien lavada y muy planchada.

-Para finalizar, dígame un deseo para el año que viene.

-Es un poco inalcanzable todavía, pero que se descubra la vacuna anticáncer.

-Es que no sé, son todas la misma. Los periodistas tenéis esa manía de hacernos elegir. No sé, con cada etapa, con cada época, pues eres una persona que va aprendiendo, que va adquiriendo diferentes experiencias, y eso es lo que integra a una persona, porque entre la de Olé Olé y la de ahora noqueda más remedio que quedarme con la de ahora.

-Su disco «De par en par» de duetos, funcionó muy bien. ¿Le gusta trabajar con otros artistas?, porque su química con Baute traspasó lo comercial.

-Evidentemente, con Carlos Baute he