Obra, austeridad y día a día

SANTIAGO

03 ago 2011 . Actualizado a las 17:53 h.

El Obradoiro tiene un plan y un desafío económico mayúsculo. Los empresarios que asumieron la gestión del club salvaron un escollo inexcusable con el crédito que pidieron para hacer frente al fondo de regulación de ascensos y descensos. En total, 1,7 millones de euros, que es casi lo que costó la plantilla el pasado curso. La maquinaria para la conversión en sociedad anónima está ya en marcha, y son necesarios más de dos millones de euros. Y luego está el presupuesto, que será de los más austeros de la categoría, junto a los del Manresa y el Valladolid. Aún así, hacen falta otros tres millones de euros largos. Los pucelanos están en una situación económica muy delicada. Lo mismo que el Alicante. El Manresa ha firmado a Micah Downs, del Burgos, para una de sus plazas de extracomunitario. A priori, esos serán los rivales naturales del Obradoiro. Y, si acierta en los tres fichajes llamados a dar un salto de calidad en el equipo (un base, un alero y un pívot), estará en condiciones de competir. En esos tres nombres anidará una de las claves. Por otra parte, la pasada campaña el Obra hizo de Chete Pazo una piedra angular del proyecto, en la parcela deportiva y en la gestión del día a día. Él decidía y la directiva daba el visto bueno. Ahora sus funciones van a estar más centradas en la confección de la plantilla y no está claro quien toma las decisiones del día a día: adquisición de material, provisión de equipajes, viviendas y coches para jugadores que lo tienen incluido en su contrato, contrataciones de personal deportivo, e incluso del deportivo... Todos esos son detalles que antes estaban bajo control y que ahora flotan. No parece un problema mayor, porque es fácil de resolver. Sin mucha demora.