Otra vuelta al debate nuclear

Marcos Pérez

SANTIAGO

El accidente provocado en la central de Fukushima Daichi por el tsunami que el 11 de marzo sufrió Japón ha reabierto la polémica sobre los peligros de esta fuente de energía.

13 abr 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El tsunami causado por un fortísimo terremoto el 11 de marzo provocó daños en los sistemas de refrigeración de varios reactores nucleares de Fukushima, al noroeste de Tokio. Con el paso de los días, una sucesión de explosiones, incendios y fugas de material radiactivo hicieron temer una catástrofe como la que se desencadenó en la central de Chernóbil (Ucrania) en abril de 1986.

Al igual que entonces, el accidente de Fukushima ha generado un intenso debate sobre la seguridad de la energía nuclear. A día de hoy todavía se desconoce el alcance real de la contaminación, tanto la que se ha depositado en los alrededores de la central como la vertida al océano.

En el mundo existen 439 reactores nucleares instalados en 29 países. A comienzos del año pasado estaba previsto comenzar la construcción de 108 nuevos reactores y 256 más se encontraban en fase de propuesta. En conjunto, el parque nuclear produce el 13% de la electricidad mundial, aunque en países como Francia y Lituania supera el 75%. De los diez reactores construidos en España entre 1969 y 1988 solo ocho siguen funcionando, y juntos suministraron en el 2010 el 21,6% de la electricidad que consumimos.

ENERGÍA SIN DEPENDENCIAS

Al igual que las centrales de carbón, fuel y gas natural, las nucleares no dependen de que haga viento, luzca el sol o haya agua en los embalses, factores que limitan la capacidad de producción de la energía eólica, solar o hidroeléctrica respectivamente. Pero al contrario que estas, producen residuos radiactivos, especialmente el combustible gastado, que deben ser gestionados durante miles de años.

Actualmente, el combustible gastado se almacena en cada central, pero estos depósitos provisionales pronto alcanzarán su máxima capacidad. Por ello se está buscando una ubicación para reunirlos en un almacén temporal centralizado mientras se decide su destino a largo plazo. Los residuos de menor actividad, similares a los que se producen en algunas actividades industriales, o en los servicios de medicina nuclear y radioterapia de los hospitales, se envían a un almacén de residuos de baja y media actividad en El Cabril (Córdoba).