Creció con Jim Morrison, Jimi Hendrix, Janis Joplin y Keith Moon, sus mejores amigos y, según él, «los roqueros más locos de todos los tiempos». Compartió la barra de bar con Morrison mientras este se comía un puñado de pastillas mezcladas con Jack Daniel's. En el Rainbow, un garito de Los Ángeles, coincidía con John Lennon, un joven Bruce Springsteen o Lou Reed, hasta que aparecía Keith Moon disfrazado de Hitler o reina de Inglaterra. Mientras esto ocurría «iba probando todo lo que se puede probar en este mundo, excepto heroína y el LSD», hasta que «llegó Dios» y lo sanó. Desde entonces Alice Cooper, el protagonista de esta intensa y loca vida, confiesa no haber vuelto a beber. Digamos que, como George Bush, es también un renacido de entre los escombros del alcohol y la droga, pero en este caso sin reincidir en la destrucción.
El sábado lo tendremos en la capital de Galicia y podremos constatar la rehabilitación de este satánico provocador rey del rock que ha subido a los escenarios con la fauna más variada, desde serpientes hasta gallinas. Alice Cooper cerrará en Galicia su gira española en la que presenta a sus seguidores los temas de su vigesimoquinto álbum de estudio Along Came a Spider . Este disco tiene como protagonistas a asesinos en serie como Hannibal Lecter, el Hijo de Sam, Ted Bundy, Jack el Destripador, Sweeney Todd y Norman Bates. El propio Alice se presenta en el disco y el concierto como un asesino en serie que se imagina a sí mismo como una araña.