Compostela da crédito a Bugallo

SANTIAGO

El frenazo de Conde Roa, desgastado con una oposición mal valorada, y el retroceso del BNG revitalizan a los socialistas

07 feb 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El socialismo tiene un bastión en el Concello de Santiago, ciudad probadamente conservadora en todos los comicios, uno tras otro, salvo los municipales. A Xosé Sánchez Bugallo le queda crédito para afrontar en el 2011 otros cuatro años al frente de un gobierno bipartito, y serán ya tres mandatos, con lo que superará, a la vista del Barómetro de Sondaxe, tres décadas de alcaldías socialistas.

Bugallo ha hecho virtud de la máxima de que el poder desgasta sobre todo a quien no lo tiene, y su principal oponente, Gerardo Conde Roa, que en mayo del 2007 logró el honroso pero baldío título de candidato más votado, puede haber tocado techo y ver frenada en seco su aspiración de lograr para el PP, por primera vez, la alcaldía de la capital. Los socialistas hace tiempo que decidieron tomarse con calma la sucesión de Bugallo, persuadidos de que sigue siendo su única garantía después de casi cinco lustros de vida política (estrenó su primera concejalía en 1987, tras entrar en Raxoi como jefe de gabinete de Xerardo Estévez). Será cuando él quiera. Sin embargo, Conde Roa, otro veterano que ya intentara ganar la alcaldía en 1987, no acaba de convencer al electorado natural de centroderecha y el sondeo constata lo que se comenta en corrillos políticos de la ciudad: que el líder del PP se ha desgastado en tres años de oposición.

Gerardo Conde, cuya candidatura para las próximas municipales todavía no se ha hecho oficial, habría perdido fuelle en el camino hacia la alcaldía que su partido vio, con él, abierto en el 2007. Pese a que su estimación de voto para los comicios del 2011 sube del 39 al 40,7%, el Partido Popular solo consigue revalidar sus actuales once concejales y se queda a dos de la obligada mayoría absoluta que le daría acceso al gobierno. Este resultado rebaja en seis puntos el logrado por el PP en las autonómicas del año pasado. Al mismo tiempo, Conde Roa, que nunca había llegado al aprobado, ha perdido siete décimas en su valoración respecto al último Barómetro antes de las municipales del 2007 y catea con un 3,83. Bugallo sigue aprobando, aunque raspado (5,12), pese a retroceder cuatro décimas. Al mismo tiempo, la oposición municipal de Santiago es la peor valorada de las ciudades gallegas, después de la ferrolana. Pese a todo, el líder del PP podrá argumentar que ya ganó a las encuestas en los últimos comicios locales.

Consciente de que el duro perfil de la oposición de Conde Roa podría volverse en contra de los populares, a Bugallo le ha preocupado tanto o más que su socio de gobierno apuntale su posición en la ciudad, para que el previsible retroceso del BNG en Galicia no arrastre al bipartito compostelano. El Barómetro apunta una estimación del 13% para el voto nacionalista, frente al 16,5% obtenido hace tres años, lo que supone la pérdida de un concejal, el mismo que amarran los socialistas. La intención de voto arroja el 22,8% para el PP, el 20,1 para el PSdeG y el 7% para el BNG, con una abstención del 21,9%. El 24% de los consultados se muestran indecisos.

Con once concejales socialistas y tres nacionalistas, el sólido bipartito puede tener combustible para otro mandato, que arrancará con la recogida de los frutos de una demorada gestión de infraestructuras que va a tener a Santiago patas arriba durante todo el año santo. El sempiterno problema del tráfico, al que solo supera, y por poco, el paro como el principal quebradero de cabeza de los compostelanos, podrá, por fin, aliviarse.