«La gente desconoce algunos de los trámites que se hacen aquí»

Paula S. Fontáns

SANTIAGO

Los juzgados de paz de Ames y el registro civil comparten unas oficinas por las que cada vez debe pasar más gente

02 nov 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

María Elena lleva siete años trabajando en el juzgado de paz de Ames, situado en la calle Alcalde Lorenzo 2, de Bertamiráns. A pesar de ser un sitio por el que los vecinos deben pasar a menudo, las dependencias están tan ocultas que a veces es difícil encontrarlas.

-¿Qué se puede hace aquí?

-Uff... Cantidad de cosas. En estas oficinas está el registro civil y el juzgado de paz. En la parte del registro se hacen muchas cosas, como inscribir a un bebé, inscribir los matrimonios, que también celebramos aquí. En lo que va de año ya casamos a 33 parejas, pero también inscribimos los divorcios y las defunciones. En la parte del juzgado llevamos los exhortos civiles, 1.180 en lo que va de año, y exhortos penales, 1.209, que es una cantidad considerable.

-Como jueza de paz, ¿cómo es su trabajo? ¿Cómo es un día?

-Paso aquí unas horas, unos días más y otros menos, depende, y hago todo lo que son las firmas, tanto de exhortos civiles como penales.

-¿En qué consiste cada uno de los dos tipos de exhortos?

-Aquí llega un exhorto de un juzgado de mayor instancia y nos pide a nosotros que le comuniquemos algo a otra persona que vive dentro del ayuntamiento de Ames, entonces nosotros, a través de correo, unas veces certificado y otras no, le enviamos una carta para que esa persona se acerque a nuestro juzgado de paz y le comuniquemos aquello que el otro juzgado quiere notificar. Una vez que esto se tramita se lo devolvemos al juzgado de procedencia. Y otra cosa que hacemos mucho últimamente, por orden de los juzgados de mayor instancia que nosotros, es retirar el carné de conducir, que por desgracia también lo hacemos.

-¿La gente conoce todo lo que puede hacer aquí?

-La gente desconoce algunos de los trámites que se hacen aquí, como los apoderamientos por eso es interesante que se sepa que estamos aquí, que se pueden hacer muchas cosas y que no cobramos. Quizá el problema es que estamos un poco escondidos. Sería interesante tener un cartel indicativo en el cruce para que la gente nos identificara. Son unas dependencias que se usan muchísimo, más de lo que uno se pueda imaginar.

-¿Cómo se ve Ames desde el trabajo en estas oficinas? ¿Se percibe la transformación del concello?

-Muchísimo, desde que empecé a trabajar aquí hasta ahora el volumen de trabajo ha aumentado mucho. Lo notamos en la cantidad de exhortos que llegan y sobre todo en la cantidad de gente que nos entra por la puerta, porque es mucha.

-Es un municipio que ha aumentado mucho.

-Sí, eso ya se ve por la calle porque la gente que vive aquí es casi toda relativamente joven que vino en estos últimos años.

-Desde su punto de vista, ¿a qué se puede deber este aumento?

-Ames era un poco más económico que Santiago y estaba cerca, además es un sitio que gusta, es bonito. Tiene muchos alicientes para venirse a vivir aquí, aunque hay alguna gente que aún pone pegas a salir de Santiago.

-Como habitante de este concello, ¿percibe que ya no es un sitio en el que la gente solo viene a dormir?

-Sí, desde luego ya es un concello con vida propia. Las compras las hacemos todas aquí, quizás nos movemos a Santiago para ir a las tiendas de ropa, pero el resto lo hacemos aquí todo, comida, calzado... No va tardar mucho en convertirse, no en una ciudad, pero sí en una villa grande.

-La peculiaridad de Ames es el hecho de tener dos zonas urbanas.

- Tiene dos núcleos muy grandes y muy importantes, pero Ames lo que tiene es una zona rural muy interesante, no nos olvidemos, porque tiene cosas muy bonitas y mucha vida. Quizá está más olvidada, aunque la estamos fomentando bastante.