Compostela cuenta con varias asociaciones que, con una larga historia a sus espaldas, buscan fomentar la cultura más propia de esta tierra. Los bailes, las gaitas y las panderetas son algunas de las herramientas que utilizan para difundir y mantener viva estas expresiones genuinas de Galicia. Una de estas asociaciones es la famosa Cantigas e Agarimos. Creada en 1921, actualmente está presidida por Antón Fernández. Está constituida ahora mismo por 73 miembros que se reparten en las secciones de coro, que dirige Dolores Santos, de baile, de la que se encarga Marina Torrado; la sección de pandereteiras que conduce Alejandro Insúa y el apartado de gaita del que se ocupa Pablo Dalama. En su Escola de Muiñeira, 140 alumnos asisten a clases que difunden las esencias de la tradición musical. A principios de agosto, el grupo de baile viajó hasta Bretaña para participar en el Festival Intercéltico de Lorient. A finales de agosto y a principios de septiembre llevarán el espectáculo Na Algalia de Arriba por escenarios de toda Galicia dentro del circuito Danza3, patrocinado por la Xunta. «Levaremos este espectáculo o día 30 a Moaña e o 31 a Melide. En setembro, o grupo tamén protagonizará actuacións en Noia, en Vilalba e en Sarria», explica Pedro Senade, miembro de Cantigas e Agarimos. Mantener viva la cultura. Con el mismo ánimo de preservar este tipo de música, Brincadeira nació en el año 42. En los ochenta adoptó este nombre y continúo con un nuevo enfoque de la cultura folclórica. Susana Peleteiro, actual presidenta, explica que «temos unha escola de danza e música tradicional dende 1990, na que se ensina baile, gaita e percusión, pandereta e gaita». Este grupo está compuesto por unas 30 personas que se reparten entre el cuerpo de baile, las gaitas y las panderetas. Tiene su local en el número 62 de la rúa do Home Santo y participan en muestras y homenajes internacionales. El propósito principal de Brincadeira es mantener el folclore tradicional y transmitirlo de generación en generación. La danza y la música no caerán en el baúl de los recuerdos gracias al labor de los grupos como Brincadeira. Desde Sar. Otro de los colectivos que ayudan a conservar esta parte de la cultura gallega es la Agrupación Folclórica da Colexiata do Sar. El fundador y alma máter de este colectivo es José Porto Buceta, párroco de Sar, quien la puso en marcha hace ya casi treinta años. Su filosofía es mantener la música tradicional y proporcionar un medio para divertirse a los participantes . La Agrupación Folclórica Colexiata de Sar cuenta con una escuela de música en la que participan niños de entre cuatro y quince años; y un grupo de baile que conduce María del Pilar Sexto Alende. Organizan una serie de actividades y talleres a lo largo del año y se encuentran preparando una nueva edición del festival Folk na beiras do Sar. Estos colectivos folclóricos mantienen viva la llama de la tradición en la capital gallega y, con su trabajo y esfuerzo, participan en la vida cultural de la ciudad.