Hace 100 años, Montagn Holbein era uno de los nadadores de larga distancia más conocidos del mundo. Sin embargo, y a pesar de sus meritorias marcas, siempre será recordado por el intento fallido de cruzar el famoso Canal de la Mancha. Las grandes corrientes, las bajas temperaturas que obligaban al nadador a embadurnarse con grasa y la extenuación de casi dos días sin descanso fueron las principales causas que impidieron a Holbein atravesar los 31 kilómetros que separan Francia de Inglaterra. En su titánico esfuerzo, el denominado «tragamillas» recibió, no obstante, una inestimable ayuda. Su esposa, que iba en la barca de acompañamiento, le facilitó la comida que se reducía a leche y caldos concentrados. Como señala el dicho, y pese al esfuerzo de estar casi 36 horas en las aguas del Canal, Holbein «nadó tanto para ahogarse en la orilla», en este caso, a sólo unos cien metros de las rocas blancas de Dover.